Ocúpate de tu salvación
Tercera
y última parte de nuestro mini estudio en Filipenses 2. Hasta ahora hemos visto
el ejemplo de humildad de Cristo y su aplicación para la unidad del cuerpo y lagran paradoja de la vida Cristiana: el que se humilla será enaltecido y el que
se enaltece será humillado. Hoy terminamos con la “aplicación práctica” de lo
estudiado hasta ahora. Es decir, ¿qué vamos a hacer con la información que
hemos recibido hasta ahora? ¿Cómo la aplicamos a nuestra vida?
Filipenses 2:12-16
Por
tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación
con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad. Haced
todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y
sencillos, hijos de Dios sin mancha en
medio de una generación maligna y perversa,
en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de
la palabra de vida, para que en el día
de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
Como
habéis obedecido…Ocupaos de vuestra salvación con temor y temblor.
No
debemos perder la conexión del pasaje que venimos estudiando durante toda la
semana: de la misma manera que Jesús obedeció al Padre humillándose y muriendo
en la cruz, Pablo esperaba que los creyentes de Filipos obedecieran también
como seguidores de Cristo.
Y lo
mismo se espera de nosotras hoy en día.
Es
ese deseo de obedecer el que nos va a ayudar a “ocuparnos de nuestra salvación”,
a poner esfuerzo real en nuestras vidas como creyentes. A vivir bien y de
acuerdo a la Palabra de Dios aunque seamos señaladas por el mundo. A hacer
evidente en cada aspecto de nuestra vida que somos hijas de Dios.
¿Es
así tu vida? ¿Refleja tu vida la salvación que tienes en Cristo? ¿Es una vida
de obediencia? ¿Una vida que tienen la impronta de Jesús?
“Estas
palabras no son una exhortación a todos los hombres, sino que están dirigidas
al pueblo de Dios. No son una exhortación para los inconversos, sino para
aquellos que ha sido salvos por la fe en el Señor Jesucristo” – Spurgeon.
La
salvación de tu alma debe verse reflejada en tu manera de vivir. A veces nos
preocupamos mucho por la obra de Dios en los demás… pero no lo suficiente en Su
obra en nosotras.
Con
temor y temblor refleja la idea no de sentir miedo porque Dios nos castigue al
no cumplir los estándares en nuestra vida espiritual, sino al temor de fallar
en nuestra vida de obediencia y de parecernos cada día más al carácter de
Cristo. Al temor de separarnos cada día más de Dios y vivir nuestras vidas de
manera independiente.
¿Y
por qué debemos ocuparnos conscientemente de nuestra salvación, de nuestro
caminar como creyentes? Porque Dios sigue haciendo Su obra en cada una de
nosotras. Pero para que esa obra surta efecto, nosotras debemos caminar cada
día cerca, muy cerca de Dios.
Esa es
nuestra responsabilidad.
Por
último, encontramos en el pasaje la manera de obedecer la exhortación de Pablo
de preocuparnos por la forma en la que vivimos:
1. Haciendo
todo sin murmuraciones y contiendas…para que seamos irreprensibles y sin mancha;
para que seamos luz en medio de la oscuridad.
No
murmures sobre los tratos de Dios contigo aunque no te gusten o no te parezcan
justos o adecuados; no murmures ni entres en conflicto con otros creyentes: si
tienes un problema con alguien arréglalo tal y como la Biblia dice (Mateo
18:15-17). ¿Por qué no debemos pelear unos con otros? ¡Porque tenemos que ser
irreprensibles y brillar! Ser irreprensible significa que no haya nada por lo
que se nos pueda reprender, nada que echar en cara. Si las personas que no conocen
a Cristo nos ven pelear con el cuchillo entre los dientes, estar de contienda
en contienda, murmurar sobre otros creyentes… ¿Crees que van a
acercarse a Jesús? Permíteme dudarlo.
Vivimos
en medio de una generación maligna y perversa en la que nosotras debemos ser
luz, debemos brillar, debemos reflejar la luz de Cristo en todo lo que hacemos
y decimos. Nosotras somos la luz del mundo (Mateo 5:14). Ahora bien ¿con cuánta
intensidad brillamos? Recuerda para qué sirve una luz:
Para
hacer que las cosas se puedan ver.
Para
guiar en medio de la oscuridad.
Como
advertencia.
Para
traer calma y seguridad.
¿Brilla
tu luz lo suficiente como para cumplir con estos propósitos? Cuanto más densa
sea la oscuridad que te rodea, mayor es la posibilidad de resplandecer.
2. Viviendo
asidas a la Palabra de Vida… cumpliendo lo que Dios demanda de cada una de
nosotras en Su Palabra.
El
llamado a los filipenses y a nosotras fue el de vivir de acuerdo a la Palabra,
fortalecidas en Sus promesas, confortadas por Su amor, pero también desafiadas
por cada exhortación y mandato. Arraigadas en la Palabra para poder tener una
relación estrecha con el Señor.
Espero
que el ejemplo de Jesús que hemos visto en Filipenses 2 durante esta semana te
ayude a vivir conforme a lo que el Señor demanda de ti.
Contenta
en Su servicio,
Edurne
Excelente llamado a la sensatez amiga querida .Hermoso!! Bendiciones para tu vida te quiero xxx
ResponderEliminarGracias wapa!! un beso =)
EliminarAy mi amada hermana que bendicion poder recibir palabra d vida Dios bendiga tu vida xq realmente eres una hermosa herramienta q el usa para mi edificar mi vida y la d muchas personas gracias x dejarte usar x El
ResponderEliminarAy Karen, muchas gracias!!! un abrazo y bendiciones =)
EliminarMuy buen artículo. Dios le bendiga 🙏🏼
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