Miedo




 






            Los sábados por la mañana colaboro con el Club de niños en mi iglesia. Somos un grupo cubriendo a los maestros del Club en sus vacaciones y me ha tocado dar las clases desde hace más o menos un mes. Estoy terminando de preparar la lección para mañana y me vino a la mente uno de los versículos que hemos enseñado a los niños para que memoricen, enseñándoles que tienen que recurrir a Dios cuando tienen miedo:

Torre fuerte es el nombre de Jehová, a él correrá el justo y será levantado
Proverbios 18:10

            Y es que, la vida puede asustar un poco a veces ¿verdad? Las cosas se ponen difíciles de vez en cuando.
            El miedo es una emoción poderosa que paraliza nuestra mente y nuestro corazón. Es una de las armas que con más frecuencia utiliza el enemigo en contra nuestra, haciéndonos maullar como gatitas cuando estamos hechas para rugir como leonas ¡Somos hijas del Rey de Reyes!
            El miedo nos hace desmayar, se lleva nuestras fuerzas y nuestras decisiones. Detiene nuestro progreso y hace temblar nuestra fe; nos hace dudar y nos vuelve inefectivas, salimos al campo de batalla habiendo dejado nuestras armas en casa.
            A veces el miedo es tan grande que lo único que quieres hacer es salir corriendo.
            Bueno, corre... ¡Hacia Dios!
            El nombre de Dios es una torre fuerte a la que podemos correr y estar seguras, protegidas y a salvo.
            ¿De verdad lo crees?
            Cuando tu mundo está de arriba a abajo, ¿De verdad lo crees?
            Cuando pierdes tu trabajo, ¿De verdad lo crees?
            Cuando te dan un diagnóstico complicando referente a tu salud o a la de un ser querido, ¿De verdad lo crees?
            Cuando te asignan una tarea que te supera, ¿De verdad lo crees?
            Cuando tienes que tomar una decisión importante, ¿De verdad lo crees?
            ¡Créelo!
            El nombre del Señor es torre fuerte, así que corre hacia El y deja fuera el miedo.
            Cada vez que el miedo te golpee, corre hacia Dios y refúgiate en El para ser levantada. Esa es una promesa, y Dios siempre cumple sus promesas.
            Y no creas que te hablo desde la torre, no creas que eres la única que se derrumba ante algunas situaciones, no creas que hay algo mal en ti por sentir temor...
            ¡Te hablo mientras corro!
            Pero sé que voy a encontrar seguridad en mi torre fuerte, y ya no tendré miedo.
            ¿Y tú? ¿Corres hacia Dios cuando tienes miedo? ¿O luchas tú sola contra el temor?

Edurne


Comentarios

  1. gracias por las palabras que el Señor puso en tu corazon, y por compartirlas. en estos momentos de prueba me sirve mucho!!

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    1. Bueno Marcela, me alegra poder ser de utilidad. Animo en este tiempo de prueba ¡Corre hacia la torre fuerte! Allí nos veremos ;)

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