La razón de la celebración
¿Estás un poco
cansada ya de escucharme hablar sobre la Navidad? ¡Pues prepárate porque aún me
quedan dos semanas por delante! En todos estos días le he estado dando vueltas
a algo que una de nuestras líderes en GMG espaÑol me comentó (¡gracias Sofía!)
y que puede resumirse en una sola palabra: confusión.
Como probablemente
sabes, nuestro estudio actual de GMG trata sobre Adviento y estamos gastando
tiempo en explicar lo que es el Adviento, los calendarios, las velas, la
parafernalia y probablemente vamos a estar hablando aquí en el blog y en otros
blogs sobre recetas, decoración, regalos, música, fiestas... PERO no te
confundas: todo lo que comparto tiene la intención primordial de mantener a
Jesús como el centro de la celebración de la Navidad y de hacer que cada día
puedas pasar un tiempo especial con El.
Jesús es la razón de
la celebración.
Y a veces podemos
confundirnos un poco entre tantas cosas.
Desde hace un par de años
he buscado de todas las maneras posibles hacer que en mi hogar celebremos una
Navidad que tenga a Jesús como el centro, como la razón de esa celebración.
¿Eso quiere decir que debo prescindir de todo lo demás? ¡NO! Puedo decorar mi
arbolito, poner los adornos de Navidad, comprar regalos, hacer fiestas, colgar
las botas (¡ojalá tuviera una chimenea para poder hacerlo!), ver con mis hijos
películas en las que aparece Santa Claus... y aún así mantener a Jesús como el
centro de nuestra celebración.
Juan 17:15-16
No
ruego que los quites del mundo sino que los guardes del mal. No son del mundo,
como tampoco yo soy del mundo
No somos del mundo,
pero estamos en el mundo. Y, a no ser que viva en una burbuja lejos de todo lo
que me rodea, tanto mis hijos como yo vamos a estar expuestos a todo lo que el
mundo hace durante la Navidad, a cada tradición, a lo que es “normal” y
“costumbre”.
El Señor Jesús dijo;
“no ruego que los quites del mundo, SINO QUE LOS GUARDES DEL MAL” y, ¿sabes
qué? una forma de guardarnos del mal es poner una y otra vez a Jesús en el
centro de la Navidad. Sé que puedo llegar a ser muy pesada con esto, o
“temática” como dicen aquí, pero ¡merece la pena!
Algunas ideas
para mantener un equilibrio entre las costumbres “mundanas” y tener a
Jesús como la razón de la celebración:
¿Te gusta decorar tu
casa? ¡Hazlo! Pon luces, pon guirnaldas, saca los manteles, la vajilla, en mi
caso... ¡los vasos de vidrio! Intento dejar claro a mis hijos que estamos
celebrando, que estamos de gala en casa, que estamos de fiesta para poder
celebrar el cumpleaños de Jesús. Incluso el año pasado hicimos un pastel para
celebrar Su cumple y lo desayunamos la mañana de Navidad antes de abrir los
regalos.

Por supuesto, reserva
un lugar especial de tu hogar para poner un pesebre, una escena de la Navidad (un
“Belén”, como se dice en España). Es la mejor forma de ir contándoles a tus
hijos la historia de Navidad a cada rato. Es más, ellos te la van a contar a ti
después de un par de veces de escucharla usando las figuras para darle un poco
de acción.
¿Te
gusta colgar botas, calcetines o medias de Navidad? ¡A mí sí! Cada miembro de
mi familia tiene una: la de mi esposo es grande y acolchada, la mía es blanca,
con un dibujo de “Preciosos momentos”, mis hijos tienen cada uno una bota de
fieltro y tenemos otra bota especial con una corona dorada para Jesús. A veces
metemos caramelos, otras veces pequeños regalos y, generalmente, cosas que
hacemos: tarjetas, dibujos, notas, vales del tipo “ganaste un beso” o “te tocó
un abrazo” o “te ayudo a recoger los juguetes”. El día 25 cuando abrimos los
regalos, bajamos la bota de Jesús y vemos también todos los regalos que recibió
por Su cumple.
Lo mismo puedes hacer
con los regalos. La Biblia dice que los sabios de Oriente les llevaron 3
regalos a Jesús, oro, incienso y mirra (Mateo 2:11). Mi esposo y yo decidimos
desde que tuvimos a nuestro primer hijo que no queríamos caer en la parte más
consumista de la Navidad. Así que cada miembro de la familia recibe un regalo
“bueno” y los niños reciben alguna otra cosita como colores, cuadernos para
pintar, stickers, algún juguetito de los chinos... en fin, ya me entiendes. Y
hacemos muchos, muchos regalos caseros, con nuestras manos. También intentamos
regalar a otros. Cada año hacemos galletas y torta negra para regalar,
generalmente a los vecinos, que, en su mayoría no conocen a Cristo. Metemos las
galletas en una bolsita, le ponemos un lazo, hacemos una tarjetita con Juan
3.16 y le ponemos un folleto. Mis hijos son los encargados de repartir las
galletas casa por casa en nuestro barrio y ellos saben que el motivo para
hacerlo es que otros puedan saber que estamos contentos porque Cristo va a
nacer y queremos compartir nuestra alegría con otros.
¡Las películas y
comiquitas con Santa Claus! ¿Qué hago con ellas? Bueno, para empezar, ser
prudente y balancear lo que mis hijos ven en televisión en general. Ellos
tienen películas y libros en los que se cuenta la historia de la Navidad, pero
también ven algunas películas que pasan en televisión en las que Sale Santa Claus.
¿Cuál es la diferencia? Mis hijos no están creciendo pensando que Santa vive en
el Polo y que durante todo el año dirige el taller de los duendes mientras
hacen regalos para repartir el 24 de diciembre... ellos saben que los regalos
se los compramos nosotros y saben que Santa Claus es un personaje que sólo
existe en las películas y en las comiquitas igual que Winnie Pooh o los Vegetales.
Lo único que te hace
falta es un poco de imaginación (bueno, a veces bastante) para que cada una de
las cosas en las que el mundo centra esta celebración tengan el significado
correcto: Cristo es la razón de la celebración. En general, creo que todo
depende de tener claro (mi esposo y yo en primer lugar) que la Navidad tiene
que estar centrada en Jesús, que celebramos el nacimiento del Salvador, de la
Esperanza para este mundo. Es vital que, sobre todo en estas fechas saques
tiempo para el Señor cada día, para atesorar Su Palabra, para compartir la
historia de la Navidad, la de verdad con tus hijos. Para mí está siendo muy
especial el estudio de Adviento de GMG espaÑol porque lo estamos haciendo
juntos como familia. Nada largo, nada profundo (mi hijo mayor apenas tiene 5
años), pero lleno de significado.
Isaías 9:6
Porque
un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de
Paz.
Edurne
¿Quieres descargar totalmente gratis el estudio de Adviento de GMG
español? Ve a nuestra página de Facebook e infórmate!
Mil gracias Edurne, por esta entrada en el blog, la verdad muy amorosa y directa... Me has ayudad mucho... y te lo agradezco Dios te bendiga...en union de tu familia.
ResponderEliminarGrecia
Gracias Grecia!! Bendiciones para ti también =)
EliminarMUY INTERESANTE Y EXAHUSTIVO AMIGA. ME ENCANTÓ LA FOTO :)
ResponderEliminarGracias Jessi! ¿Te gustó la de la cruz en el pesebre? ¡A mí también me encanta? jaja Besos!
EliminarMe gustó mucho. Gracias por contarnos de cómo celebran en tu familia.
ResponderEliminarHola Edurne, me encanto, es cierto no somos de este mundo , pero estamos acá y mientras eso ocurra debemos tomar lo bueno y desechar lo malo y mantenernos centrados en la verdad que es Cristo Jesus. Dios te bendiga
ResponderEliminarAmén! Gracias por tu comentario! Saludos y bendiciones! =)
Eliminar