La señorita Sofía
MI esposo
regresó ayer después de pasar 10 días de conferencia en varias comunidades
indígenas en el río Guanía, en la zona fronteriza entre Venezuela y Colombia.
Fueron cientos de indígenas los que se acercaron a cada comunidad en la que se
predicaba la Palabra. Venían de comunidades cercanas (y no tan cercanas)
caminando por la selva, en bongos a motor y hubo una comunidad que incluso
navegó durante medio día a remo porque no tenían gasolina para usar el motor.
Eso se llama
tener hambre de la Palabra.
¿Sabes por
qué hay iglesias fundadas y bien fundamentadas bíblicamente en esta zona
inhóspita de la selva colombo-venezolana? Por la obra incansable de una mujer: Sophie
Muller, la señorita Sofía, quien ayudó a fundar cientos de Iglesias Bíblicas
Misioneras (IBM), como aún se siguen denominando.
En cada
comunidad por la que pasas aún quedan ancianos que recuerdan a la señorita
Sofía. Muchos viajaron con ella, aprendieron de ella y colaboraron en la
fundación de esas iglesias. Aún hoy te cuentan historias y anécdotas de su vida
y de sus viajes. Mi esposo compartía ayer con Don Julio, un anciano indígena de
etnia curripaco que trabajó con la señorita Sofía y que tiene “batallitas” de
la señorita Sofía como para escribir un libro.
La señorita
Sofía tuvo una vida que a muchas personas, incluyendo creyentes, les parece una
locura. Una vida llena de riesgos, de peligros, de privaciones... pero también
una vida llena de fe, de obediencia y de amor al Señor. Una vida que, para
algunos locos como nosotros llamados al ministerio entre los pueblos indígenas,
es un privilegio conocer.
Hoy quiero traer
un pequeño homenaje a la Señorita Sofía, inspirada en los relatos de Don Julio y de
tantos otros, agradecida por vivir de primera mano el legado de esta pequeña
gran mujer y como un tributo a una sierva, a una misionera que sufrió
penalidades como buena soldado de Cristo.
Sofia Muller
Era la
década de 1940, y la mayor parte del mundo estaba preocupado por la Segunda
Guerra Mundial. Sofía Muller tenía otras preocupaciones. Ella sabía lo que
quería ser en la vida: Convertirse en una artista de renombre.
La Academia
Nacional de Diseño de la ciudad de Nueva York era el lugar ideal para conseguir
un entrenamiento adecuado. Pero, Dios tenía otros planes, y El usó a un simple
equipo de evangelistas con trompetas y predicación para lograr captar su
atención. Uno de ellos era Jack Wyrtzen, quien sería después el fundador de
Palabra de Vida – Word of Life Fellowship.
Al principio
pensó que eran unos religiosos excéntricos e inexpertos, pero se unió a ellos
en un estudio bíblico y pronto aceptó el señorío de Cristo en su vida. En lugar
de servir a sus propios intereses, ella quería ahora servir al Rey de reyes. Se
matriculó en el Instituto Bíblico Nacional para estudiar la Palabra de Dios.
Dios le dio
la carga de alcanzar a una tribu que nunca hubiera escuchado el
evangelio. Solicitó el ingreso en la Misión Nuevas Tribus, y en 1944 aceptó
un trabajo en las selvas de Colombia. En su camino a una de las partes más
remotas de Colombia, en donde este país hace frontera con Brasil, Sofía se
encontró con una alarmante sorpresa. Los indígenas que la estaban llevando en
canoa dentro de la densa selva, creyeron que iba ahí para hacer hechizos sobre
la gente, así que ¡decidieron dejarla a la orilla de un río con sus
pertenencias!
Esa
experiencia de ser abandonada en un lugar extraño y solitario, ayudó mucho a
Sofía en su vida de oración! Nerviosamente oró durante dos horas, hasta que
Dios le dio la paz que necesitaba. Dios envió un comerciante que la llevó a
donde ella quería estar: a Cejal, una comunidad de etnia curripaco. Como un
rito espiritual, un curandero le dio un guiso con el veneno más potente que él
conocía para ver si ella sobreviviría. No sabiendo lo que estaba pasando, ella
comió el guiso, y sólo vomitó un poco, pero sobrevivió. El curandero estaba tan
impresionado que aceptó a Cristo en ese mismo momento. Muller fue advertida de
que estas personas la matarían y se quedarían con sus pertenencias. Después de
hablarle a ella sobre el amor de los curipacos por la bebida, el baile y la
inmoralidad, el comerciante le dijo: “Tú no los vas a cambiar.” Ella le respondió:
“Yo no los quiero cambiar, pero la Palabra de Dios lo hará.”
Conforme
pasó el tiempo, los curipacos comenzaron a comprender el valor de la
alfabetización. Mientras tanto, Muller tenía cada vez más fluidez en el idioma
de ellos. Se las arregló para reducir el tiempo de formación en cuanto a la
alfabetización de dos meses a dos semanas, antes de trasladarse a otro pueblo
para repetir el proceso.
La guerrilla
colombiana hizo salir de la selva a la señorita Sofía y a muchos indígenas que
huían de sus tierras asentándose en comunidades del otro lado de la frontera,
en la selva venezolana. Sofía ya había renunciado para ese entonces a la misión
Nueva Tribus y seguía su labor como misionera independiente. Entonces recordó
que fueron Jack Wyrtzen y su grupo de jóvenes quienes le incitaron a dedicar su
vida al servicio cristiano. Jack siempre se mantuvo en contacto con ella
ayudándola a conseguir maestros latinoamericanos entrenados y capacitados en el
Instituto Bíblico Palabra de Vida en Argentina. Y de esa relación, gracias al
trabajo y a la dedicación de hombres y mujeres de Dios que entraron en la selva
a trabajar entre los indígenas de todas las etnias, surgió lo que aún hoy es el
Intituto Bíblico Palabra de Vida en la selva, llamado también Instituto Bíblico
Sofía Muller, donde cientos de indígenas han sido capacitados en la Palabra de
Dios para que, a su vez, también ellos puedan capacitar a otros de vuelta en sus
comunidades.
Puedes leer
el relato autobiográfico de la Señorita Sofía Muller en Scribid
o descargarlo en PDF pinchando aquí:
Edurne
Wow!!! increible trabajo el de la Señorita Sofia Muller, que gran ejemplo de obediencia, servicio y amor a Dios.
ResponderEliminarTambien quiero felicitarte a ti Edurne y a tu esposo por la gran desicion que un día tomaron de servir a Dios con todo su corazon, es admirable el trabajo que estan realizando con estos pueblos indigenas. Dios les siga usando poderosamente.
Bendiciones
Vero Manjarrez
vmanjarrez07@hotmail.com
Gracias Vero!!! Muchas gracias por esas hermosas palabras de ánimo =) Bendiciones!!!
EliminarGracias por compartir esta historia. Mis padres se mudaron a Venezuela de los EEUU a los finales de la década 1940. Yo nací en Venezuela y crecí en Colombia- una niña Americana, hablando español, pasando el tiempo con misioneros y visitando los campos petroleros donde trabajaba mi papá. Nunca he olvidado las experiencias que Dios trajo a mi vida. Me gusta leer cuentos como la de la Srta. Sofía. Espero visitarte en tu blog para educarme más de mi país natal. Hoy vivo en los Estados Unidos donde soy la directora de Proverbios 31 Ministerios para la mujer latina. Que felicidad trabajar en el reino del Señor trayendo la palabra de Dios a mujeres. Bendiciones. Me encanta conocerte.
ResponderEliminarHola Van! Conozco tu hermoso ministerio a través de Wendy Bello. No sabia que eres venezolana =) Qué alegría poder unirnos así sea de manera virtual para ayudar a mujeres a fortalecerse en el Señor alrededor del mundo. Saludos y bendiciones!! =)
EliminarQue bendicion poder leer estas hermosas historias, de mujeres que solo dispusieron sus corazones para entregarlo al sevicio total del señor!! Me inspira mucho a seguir buscando mas de Dios y a amar su palabra :3. Me llamo soledad soy peruana tengo 21 años y amo servir al señor.bendiciones mis hermanas!!! :)
ResponderEliminar