Sigue en pie
Santiago 1:2-4
“Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que
la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra
completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”
¿Qué pasaría si todo aquello por lo que
estás orando, lo que estás esperando, deseando, sólo viniera a través de valles
oscuros? ¿Dejarías de pelear? ¿Abandonarías tus sueños y deseos y los cambiarías
por otros más “fáciles” o “asequibles”?
Jesús es nuestra esperanza viva,
nuestra reserva en el cielo, protegida por el poder de Dios. Podemos
regocijarnos incluso durante las pruebas por el hecho de saber que pasar por
ellas da como resultado alabanza, gloria y honor a Dios (1 Pedro 1:3-7).
Los tiempos difíciles nunca son una
pérdida de tiempo, y las cosas que son quitadas de nuestra vida siempre tienen
una causa y un propósito.
Juan 15:2
“Todo pámpano
que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto.”
El camino de Dios es difícil, mucho más
difícil de lo que creemos en realidad porque la manera más fácil de hacer las
cosas, no siempre es la manera correcta. La puerta ancha es mucho más fácil de
pasar que la estrecha, pero tan solo lleva a la perdición. Es la puerta
estrecha, la difícil, la que nos hace encorvarnos y doblarnos para pasar por
ella, la que lleva a la salvación (Mateo 7:13)
Los deseos de tu corazón, los deseos de
aquellos que amas, sólo se cumplen cuando seguimos el camino de Dios y aceptamos
Su manera de hacer las cosas. A veces
esa forma de hacer las cosas cambia nuestro corazón y ya no tenemos los mismos
sueños y deseos... tenemos otros mejores que se ajustan a la voluntad de Dios.
Dios sabe los planes que tiene para nosotras y es necesario que vaya dándonos
respuestas negativas, laberintos y tareas difíciles en el desierto para que
aprendamos a diferenciar nuestra voluntad de Su voluntad, nuestra voz de Su
voz. Y en ese proceso difícil, cuando permanecemos en pie, no sólo llegamos a
tener un corazón conforme a Su voluntad, sino que somos transformadas,
renovadas y mejoradas en el proceso. La Luz del mundo siempre iluminará nuestro
camino por estrecho, intrincado o espeso que sea.
1 Corintios 16:13
“Velad, estad
firmes en la fe; portaos varonilmente (= “estad alertas”), y esforzaos.”
Podemos permanecer en pie a pesar de la
prueba porque sabemos que, al final, todo el sufrimiento, el dolor y el
agotamiento no van a ser en vano. Nada de lo que Dios hace es en vano. Aguanta
un poco más. Resiste un poco más. Deja que la luz de Jesús te guíe en el
proceso de renovación de tu espíritu en medio de esa prueba que estás viviendo.
Contenta
en Su servicio,
Edurne
Gloria a Dios, su respuesta viene de maneras INSOSPECHADAS ¡¡
ResponderEliminarDios te continúe bendiciendo. Muchas Gracias
:)
Amén! BEndiciones =)
EliminarSiempre leo tu Blog Edurne, pero hoy me cae como anillo al dedo lo que escribiste acá, muchas gracias por inspirarnos a acercarnos más a Dios, eres uno de los tantos faroles que Dios ha dispuesto a las mujeres que nos embarcamos para navegar hacia su conocimiento. Que tu luz nunca deje de brillar, la necesitamos. Un abrazo con mucho cariño.
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