A tu salud - Descanso
Y acabó Dios en el día séptimo
la obra que hizo; y reposó el día
séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había
hecho en la creación.
Génesis 2:2-3
Definición de descanso
– quietud; pausa en el trabajo; cese de actividad por un tiempo.
Mi definición de descanso
– esa cosa que tanto necesitamos en nuestra cultura hiperactiva y adicta a la
actividad y que generalmente ignoramos hasta que sufrimos las consecuencias de
evitarlo.
El descanso es una de esas cosas de cuya
importancia no nos damos cuenta hasta que lo necesitamos. Génesis 2:2-3 nos
dice que Dios reposó el día séptimo después de terminar con la creación. Por
supuesto, Dios no reposó porque estaba cansado, sino que cesó la actividad que
había estado haciendo para enseñarnos que también nosotras debemos descansar y
para establecer un día en particular en el que poder disfrutar de nuestra
comunión y adoración de Dios.
Hoy vamos a estar considerando algunas
cosas sobre la importancia del descanso únicamente en el plano físico.
El descanso después de una actividad
es de extrema importancia para nuestra salud. Cuando hablamos de salud
generalmente nos enfocamos en la alimentación y el ejercicio físico, no dando
el lugar de importancia que merece tanto el descanso como el sueño.
La actividad física y mental requiere
de energía. A medida que los niveles de energía descienden, experimentamos
fatiga y comenzamos a sentir deseo por descansar. Durante el descanso, la
energía es restaurada y permitimos que nuestro cuerpo comience de nuevo a
funcionar y volver a gastar energía.
La fatiga es un mecanismo de defensa
de nuestro cuerpo que nos ayuda a estar conscientes de nuestra necesidad de
descansar. No debemos ignorarla ni “engañarla” con cafeína, pastillas o
cualquier otro tipo de estimulante. La fatiga va a seguir ahí y, a medida que
aumenta, tanto la eficiencia como nuestro poder de reacción, disminuyen. Además
del cansancio físico y mental, hay otros factores que causan fatiga en nuestro
organismo y que debemos aprender a diferenciar y controlar:
- -
Comer en exceso
-
- Falta de ejercicio
(paradójicamente, cuanto menos nos movemos, más nos cansamos al realizar
cualquier actividad)
- -
Estrés
-
- Aire contaminado o con bajos
niveles de oxígeno
-
- Deshidratación – el simple
hecho de no tomar agua suficiente durante el día puede darnos esa sensación de
fatiga.
-
- Enfermedades como anemia,
cáncer, infecciones crónicas…
Si te sientes cansada durante el día y
no se debe a ninguna de las razones anteriores, tu cuerpo te está pidiendo,
simplemente, que descanses.
******En cualquiera de los
casos, si tu fatiga persiste y no hay nada que la alivie, consulta con tu
médico.
Todas necesitamos un descanso de
nuestra rutina diaria o de nuestra actividad más importante. Y ese descanso
puede variar significativamente dependiendo de cuál es nuestra actividad
principal. Para una persona que trabaja en la construcción, su idea de descanso
es sentarse y leer un libro; para una secretaria, su idea de descanso puede ser
salir a caminar o montar en bibicleta; para una mamá de tres niños pequeños, su
idea de descanso es que su querido esposo se los lleve a pasear durante un par de
horas… ;) Otras formas de relajarnos incluyen tomar un baño caliente, escuchar
música suave, disfrutar de la naturaleza, acostarse a ver una película, pintar,
escribir, hacer trabajos manuales… Cada persona tiene gustos y actividades
diferentes y nuestra forma de descansar y relajarnos también es diferente. Eso
sí, todas necesitamos y tenemos que descansar.
El Sueño
Los seres humanos estamos diseñados
para estar despiertos durante el día y dormir durante la noche. Hay
excepciones, por supuesto, y muchos de nuestros trabajos hoy en día demandan
que trabajemos durante la noche y durmamos durante el día. Pero, por lo general,
las personas con turnos nocturnos duermen menos y descansan peor que aquellas
que cumplen el ciclo natural de sueño. Esto se debe a que el estar despierto o
dormido está controlado por hormonas y enzimas que marcan nuestro “reloj
interno”.
Si es posible, planifica acostarte
temprano (antes de las 10 de la noche). Los estudios indican que nuestro cuerpo
necesita entre 7 y 9 horas de sueño para recargar energías y permanecer
saludables. Tanto el exceso como el defecto de horas de sueño son, a la larga,
dañinos para nuestra salud.
Si no dormimos lo suficiente en un
tiempo prolongado, nuestra concentración y efectividad sufren al mismo tiempo
que nuestro nivel de energía declina y el de estrés se dispara. No podemos
concentrarnos, cometemos errores y perdemos control sobre nuestras emociones y
reacciones.
Cuando estamos nerviosas y estresadas,
a menudo encontramos dificultades para dormir. Si ese es tu caso, te dejo
algunos consejos para dormir mejor:
- Asegúrate
de cesar cualquier actividad que requirera un alto nivel de concentración
varias horas antes de acostarte. Dale a tu cerebro tiempo para calmarse.
- Lee
durante unos minutos
- Escribe
todo aquello que te preocupa en un cuaderno o una hoja y ora por ello. Revisa
la nota en la mañana y pide dirección a Dios para resolver lo que puedas
resolver y dejar en Sus manos todo lo demás.
- Mantén
un horario de acostarte y levantarte consistente – intenta hacerlo a la misma
hora todos los días (esto es particularmente importante para los niños).
- No
tomes bebidas con cafeína después de las 4 de la tarde.
- Usa
una almohada adecuada para mantener la forma natural del cuello.
- Toma
un baño relajante antes de dormir
- Usa
ropa de cama cómoda
- Haz
ejercicio durante el día, pero no realices ejercicios físicos fuertes al menos
en las 3 horas previas a acostarte
- Controla
el ambiente: a la hora de dormir, hazlo solamente en la habitación destinada
para ello. Mantenla tranquila, confortable, bien ventilada y con una
temperatura adecuada. Alfombras y cortinas pesadas ayudan a disminuir los
sonidos y dan al ambiente la oscuridad necesaria para favorecer el reposo.
- Utiliza
el dormitorio solo para dormir: muchas personas comen, leen, miran TV y hasta
trabajan en su dormitorio. Esto no es aconsejable cuando el ciclo vigilia-sueño
presenta alguna alteración.
- Cuida
la postura: lo más recomendable es dormir boca arriba, porque nuestra columna
vertebral apoya correctamente sobre el colchón y además facilita una mejor
respiración. Para las que esto es imposible, se aconseja dormir de costado con
una almohada entre las piernas. La ubicación boca abajo es la menos
aconsejable, ya que modifica la curvatura de la columna.
- Evita
comenzar nuevas actividades al final del día
- Evita
estimulantes como la televisión, la computadora, videojuegos o comidas
abundantes justo antes de dormir.
- Evita
las siestas que superen los 30 minutos y trata de hacerla lo más cercano
posible a las 12 del mediodía.
Dormir (o no) lo suficiente afecta de
forma notable varias área de nuestra salud, entre ellas:
1.
Aprendizaje
y memoria – dormir ayda al cerebro a almacenar y
retener nuevas informaciones a través de un proceso llamado consolidación de la
memoria.
2.
Metabolismo
y peso – la falta de sueño está relacionada con el
aumento de peso y afecta la forma en la que nuestro cuerpo procesa y almacena
los carbohidratos, además de alterar los niveles de las hormonas que afectan
nuestro apetito.
3.
Seguridad
– Errores a la hora de manejar instrumentos o maquinaria, accidentes leves o
graves, accidentes de carretera…
4.
Humor
– La falta de sueño resulta en irritabilidad, impaciencia, incapacidad para
concentrarse y mal humor en general. Incrementa el estrés y la ansiedad.
5.
Salud
Cardiovascular – La falta de sueño se
relaciona con hipertensión, taquicardias y latido irregular.
6.
Enfermedades
– El sueño aumenta la funcionalidad de nuestro
sistema inmune ayudándonos a protegerlo de enfermedades.
Si no
habías considerado la importancia que para tu salud y tu bienestar tienen un
descanso adecuado y un sueño, por favor, hazlo ahora. Tu cuerpo, tu mente ¡y tu
familia! Lo van a agradecer con creces.
Contenta
en Su servicio,
Edurne
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