Mi madre
Este próximo domingo es el día de la madre aquí en Venezuela.
En España lo celebraron el domingo pasado. Mi corazón está dividido. Por un
lado estoy feliz y agradecida a Dios por poder celebrar este día con mis tres
hijos, esos tres regalos maravillosos que el Señor me dio. Pero, por otro lado,
también siento esa punzada en el corazón por no haber podido pasar este día
especial junto a mi madre desde hace ocho años.
Mi
madre es una mujer maravillosa, como la mayoría de las madres (todas pensamos
que nuestra madre es la mejor y la que mejor cocina, ¿verdad?) pero también te
escucho a ti que no has conocido a tu madre o a ti que no tuviste la mejor de
las experiencias con ella o a ti, que la perdiste demasiado pronto. Mi corazón
está contigo también.
Así
que hoy quiero invitarte a hacer un pequeño tributo a nuestras madres. La
tengas cerca o lejos, esté viva o haya partido ya, te invito a que puedas
compartir hoy, con un comentario aquí en esta entrada o en la página de
Facebook, algo que hayas aprendido de tu madre, algo que te haya marcado
especialmente, tu legado.
Mi
madre es una bilbaína recia, fuerte, una vasca con manos grandes y ajadas por
los años de trabajo duro y con el azul de ese mar Cantábrico brioso y que tanto
amamos en el norte coloreando sus ojos.
De
mi madre aprendí a dar y a compartir. La puerta del 4º G siempre se abría a la
vecina que necesitaba azúcar, pan, sal, o 2.000 pesetas de las antiguas para
pagar la luz. Esa misma puerta también se abría a la gitana que buscaba ropa o
al señor que con un traje raído y pelo canoso venía pidiendo puerta por puerta
y que siempre se iba con un bocadillo de chorizo y un cartón de leche.
De
mi madre aprendí a abrir mi casa y hospedar. En nuestra casa siempre había
gente comiendo, durmiendo, pasando vacaciones, tomando café… todos eran
bienvenidos. Mi madre era de las personas que hacía pasar a los vendedores
puerta por puerta a la sala y les daba un vaso de agua porque se acordaba de la
temporada en la que una de mis hermanas trabajó vendiendo libros en el Círculo de
Lectores. Nunca les compraba nada, pero los dejaba descansar un ratito.
De
mi madre aprendí a ver la vida con humor. Es una mujer de sonrisa fácil y que
siempre te hace reír.
De
mi madre aprendí a amar a mi esposo. Mi madre siempre mostró su afecto por mi
padre, con besos, con abrazos, con caricias, atendiéndole, cuidándole…
De
mi madre aprendí a trabajar duro y esforzarme. Ella llegaba a casa de madrugada
después de trabajar muchas horas cocinando en un restaurante. Y cuando se
levantaba, siempre estaba haciendo algo: limpiando, recogiendo, lavando…
siempre ocupada, siempre haciendo.
Podría
seguir escribiendo sobre ella durante horas, pero la nostalgia y las ganas de
verla no me permiten seguir viendo las teclas.
Ahora
me toca a mí. ¿Qué legado voy a dejarles a mis hijos? Hay algo que mi madre no
me pudo enseñar: amar a Dios (por favor, ayúdame a orar por su salvación!!!).
Pero yo sí se lo puedo enseñar a mis hijos. ¿Qué dirán mis hijos de mí dentro
de 20 años? ¿Qué les estoy inculcando? ¿Qué marca estoy dejando en sus
corazones? Lo que aprendan de mí, de mi vida, de mi ejemplo, será mi legado.
Oro para que sea un legado de amor, de bendición y de temor de Dios.
Creo
que todas hemos aprendido mucho de nuestras madres, para bien o para mal. Si
tienes unos minutos de tiempo me gustaría que te unieras a este pequeño tributo
y nos compartieras algo especial sobre tu madre, tu abuela, tu tía… sobre esa
mujer que ha influenciado tu vida mientras crecías.
Contenta en Su servicio,
Edurne
Bueno aqui en México el 10 de mayo se celebra a las mamás, hay varias mujeres (madres) que han marcado mi vida en mis 33 años de vida. Mi abuelita materna que ha sido como mama para mi ella me ah enseñado que el matrimonio si existe. mi madre ah marcado mi vida por su determinacion para sacarnos adelante si ella no hubiera sido tan estricta conmigo me pierdo en el mundo. Mi tia Pupy (hermana de papa) ella es una mujer que no se rinde, mi tia Sarita ella es un amor, mi tia Loly la trabajdora incansable, es tanto lo que pudiera escribir, ninguna conoce a CRISTO, soy la que esta haciendo el cambio pero de cada una eh aprendido y las amo, espero en Cristo que un dia le conozcan. Gracias Edurne. Su Santo Espiritu sea contigo y conceda la petición de tu corazon, un abrazo desde Moctezuma, Sonora, Mexico.
ResponderEliminarGracias por compartir Claudia! Un abrazo a la distancia =)
EliminarHermoso recuerdo de tu mamá! Gracias por compartir :)
ResponderEliminar