Por la fe…Gedeón





          Al comenzar a leer la historia de Gedeón en Jueces 6, no parece que su nombre fuera a aparecer en la galería de hombres de la fe.

          Estaba escondido mientras sacudía el trigo en un lagar (Jueces 6:11)
          Dudaba del poder de Dios (Jueces 6:13)
          Dudaba de su propia capacidad (Jueces 6:15)
          Pidió señales al Ángel de Jehová (Jesucristo pre-encarnado) porque dudaba de que realmente fuera Él (Jueces 6:18; 6:36-37;6:39-40)
          Tenía miedo de cumplir con el encargo de Dios de destruir el altar de Asera (Jueces 6:28)

          El retrato de Gedeón que leemos en Jueces 6 es el de un hombre temeroso, cobarde, desconfiado y lleno de dudas sobre Dios y Su poder. Y sin embargo, cuando su fe fue más grande que sus dudas, Gedeón llevó al ejército a la victoria contra los Madianitas, se convirtió en juez de Israel y quedó reflejado en la galería de los héroes de la fe de Hebreos 11.

Hebreos 11:32-34

“¿Y qué más digo?  Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón,  de Barac,  de Sansón,  de Jefté,  de David,  así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos,  hicieron justicia,  alcanzaron promesas,  taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos,  evitaron filo de espada,  sacaron fuerzas de debilidad,  se hicieron fuertes en batallas,  pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”


          ¿Por qué? ¿Qué cambió en Gedeón? ¿Qué produjo su fe en Dios? ¿Qué hizo que terminara entre los grandes nombres de la fe?


       1. Obedeció el llamado de Dios

          Un hombre tímido y desconocido se esconde a sacudir el trigo cuando el Señor lo llama para una tarea enorme. Gedeón no se sentía preparado ni listo para una tarea así. Pero las dudas se convirtieron en la fortaleza de la fe de Gedeón. Él sabía que no podía hacer nada con sus fuerzas…pero que sí podía obedecer al llamado de Dios con Su fuerza…

… Y mirándole Jehová,  le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas.  ¿No te envío yo? - Jueces 6:14 

Cuando Dios te encomienda una tarea, Él te capacita y te fortalece para llevarla a cabo tal y como Él te ha dicho que hagas.


       2. Peleó a la manera de Dios

          El enemigo era poderoso y, numéricamente mucho más grande que el de Gedeón (Jueves 6:5). Gedeón tenía 32.000 hombres (Jueces 7:3)…pero ¡Dios le dijo que redujera sus fuerzas en dos ocasiones! Al final, se quedó con apenas 300 ¿Por qué? Gedeón debía aprender que la victoria no era suya, sino de Dios.

Zacarías 4:6

Entonces respondió y me habló diciendo:  Esta es palabra de Jehová a Zorobabel,  que dice:  No con ejército,  ni con fuerza,  sino con mi Espíritu,  ha dicho Jehová de los ejércitos.”

          Dios tenía que hacer manifiesto el hecho de que era Él quien peleaba la batalla por Israel. No es con tu fuerza, sino con el Espíritu de Dios que vas a ganar las batallas y superar los obstáculos con los que te estás encontrando.


       3. Luchó con las armas de Dios

          Las armas del ejército de Gedeón eran muy extrañas: trompetas, antorchas y antorchas…

Jueces 7:16

Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones,  dio a todos ellos trompetas en sus manos,  y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros.

          Habría sido mucho más fácil ir con lanzas, espadas y flechas…pero sabemos que las armas de nuestra milicia no son carnales.

2 Corintios 10:4 

porque las armas de nuestra milicia no son carnales,  sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”

          ¿Cuáles son las armas con las que cuentas para pelear la batalla de la fe? ¿Para luchar contra lo que sea que te asedia y te derriba cada vez? Las armas espirituales: la oración, la memorización de la Palabra de Dios, el estudio de la Biblia, congregarte en tu iglesia local, rodearte de creyentes fieles…Dios te da todas esas armas, las pone a tu disposición…¡utilízalas!



          La fe de Gedeón le hizo superar sus dudas y pasó de ser un hombre que se escondía a ser un héroe de la fe. ¿Cuántas veces no nos dejamos nosotras llevar por las dudas, los miedos, los temores a lo desconocido? ¿Cuántas veces no dejamos que Dios obre en nuestra vida porque no estamos dispuestas a correr los riesgos que eso conlleva? ¿Cuántas bendiciones hemos perdido la bendición de lo que Dios ponía delante de nosotras por vacilar al no saber lo que vendrá?

          ¿Qué te retiene? ¿Qué te impide superar tus dudas? La historia de Gedeón nos demuestra que la fe puede superar las dudas. Que la fe puede superar el miedo. Que la fe puede fortalecernos en el Señor para cumplir Su voluntad.

          Contenta en Su servicio,

          Edurne

Comentarios

  1. Gracias Edurne, es un escrito muy edificante e inspirador!!

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