Paz y Buena voluntad
Para leer –
Lucas 2:13-14
Y
repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes
celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Para meditar –
Huestes celestiales se añaden a la celebración
alabando a Dios, celebrando al niño y proclamando paz y buena voluntad para con
los hombres.
Epicteto, un escritor romano del siglo I dijo:
“Aunque un emperador pueda darnos paz después de una guerra en el mar o en el agua, es incapaz de darnos paz ante las pasiones, el dolor y la envidia. No puede darnos paz en el corazón, paz que el hombre necesita en mayor medida.”
El mundo bajo el yugo romano en el que nació Jesús
necesitaba paz… y el nuestro, más de 2000 años después, también. Y no sólo
necesita paz, sino también buena voluntad para con los hombres.
Desde mediados del siglo XX en adelante hemos
asistido a un aislamiento cada vez mayor de las personas dentro de la sociedad.
Cada vez vivimos más encerrados en nuestras casas y las conversaciones, las
relaciones y hasta las transacciones normales como las compras, se hacen desde
la pantalla del ordenador.
Todo esto hace mucho más difícil la práctica de la buena voluntad entre los hombres. Y, sin
embargo, ¿qué mejor manera de celebrar nuestra Navidad Simple que rodeados de
personas en paz y en buena voluntad?
Si tuviste un problema con alguien, arréglalo.
Si te ofendieron o te hirieron, perdona.
Si alguien está sufriendo a tu alrededor, por tu
hombro.
Si hay una necesidad que puedes suplir, hazlo.
Si hay alguien que esté solo, ofrece amor.
Si hay alguien que esté atravesando por un problema,
ora.
Celebremos nuestra Navidad con paz y buena voluntad.
Para hacer –
Salgan a la calle, relaciónense con la familia, los
vecinos, los amigos. Hagan algo especial para compartir con ellos. Busquen
oportunidades para mostrar paz y buena voluntad.
Contenta en Su servicio,
Edurne
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tablero de Pinterest –
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