Un niño, un Hijo








Para leer
Isaías 9:2-7

El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz;  los que moraban en tierra de sombra de muerte,  luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente,  y aumentaste la alegría.  Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega,  como se gozan cuando reparten despojos. Porque tú quebraste su pesado yugo,  y la vara de su hombro,  y el cetro de su opresor,  como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla,  y todo manto revolcado en sangre,  serán quemados,  pasto del fuego. Porque un niño nos es nacido,  hijo nos es dado,  y el principado sobre su hombro;  y se llamará su nombre Admirable,  Consejero,  Dios Fuerte,  Padre Eterno,  Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite,  sobre el trono de David y sobre su reino,  disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre.  El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.




Para meditar

Un niño nos es nacido. Esta profecía gloriosa del nacimiento del Mesías nos recuerda que el Salvador vendrá en forma de hombre…en forma de niño que iba a nacer de mujer. Completamente Dios y completamente hombre.


No hay nada más débil, más indefenso, más dependiente que un niño. En teoría, el Mesías podría haber venido como un hombre adulto, tal y como Adán fue creado, pero para que Jesús pudiera identificarse por completo con la humanidad y mostrara Su naturaleza de siervo, se despojó a su mismo y fue hecho semejante a los hombres (Filipenses 2:7).


Hijo nos es dado. El glorioso Hijo de nuestro Padre Celestial, la segunda persona de la Trinidad. Para que ese niño fuera el Mesías, para que fuera el Salvador, tenía que ser Dios.


Me maravillo ante los nombres que Isaías da al Mesías, nombres que representan aspectos de Su carácter…

Admirable. La gloria de quién es Jesús y de lo que ha hecho por nosotras debería llenarnos de admiración hacia Él.

Consejero. Jesús debe ser quien guíe nuestras vidas, Aquel a quien acudimos por consejo cuando no sabemos qué hacer.

Dios Fuerte. El Dios de toda la creación y toda gloria. El que era, el que es y el que será por siempre. El Señor digno de nuestra alabanza y adoración.

Padre Eterno. La fuente y el autor de toda eternidad, el Creador mismo.

Príncipe de Paz. Él es quien hace la paz. Él es quien da la paz, especialmente entre Dios y los hombres. Nuestro Mediador, nuestro Abogado, Aquel a través del cual somos hechos justos a los ojos del Padre.

Jesús en el pesebre no solamente es un niño recién nacido…es el Hijo hecho hombre. Es el Salvador.




Para hacer
 
Hablen como familia de lo que significan los nombres dados a Jesús en Isaías 9:6 y propongan formas de llevar esos nombres a la práctica en su vida diaria.
¿Tienes ganas de ponerte creativa? Haz un diseño de Isaías 9:6 y colócalo como decoración navideña en tu casa. Te dejo algunas ideas:


Escríbelo en madera.







Haz cada nombre en tarjetas para decorar un rincón especial de la casa.





Escribe cada nombre por separado y conviértelo en un adorno para tu árbol.






Contenta en Su servicio,

Edurne



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