Muertos espirituales - 7 tipos de creyentes
Apocalipsis 3:1-6
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que
tiene los siete espíritus de Dios, y las
siete estrellas, dice esto: Yo conozco
tus obras, que tienes nombre de que
vives, y estás muerto.
Sé vigilante,
y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas
delante de Dios. Acuérdate, pues,
de lo que has recibido y oído; y
guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han
manchado sus vestiduras; y andarán
conmigo en vestiduras blancas, porque
son dignas.
El que venciere será vestido de vestiduras
blancas; y no borraré su nombre del
libro de la vida, y confesaré su nombre
delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles. El que tiene oído, oiga lo que
el Espíritu dice a las iglesias.
En el momento en el que Jesús decía
estas palabras a Juan, la antigua ciudad de Sardis ya había visto sus mejores
días y había comenzado a declinar. Aún así, era una ciudad muy rica, situada en
la unión de diferentes rutas de comercio. La conexión entre Sardis y el dinero
fácil eran bien conocidas en el mundo antiguo.
La ciudad era también conocida
por su lujuria e inmoralidad. En Sardis había un templo enorme a la diosa
Cibeles, quien era “adorada” con todo tipo de inmoralidad sexual y
comportamientos depravados. La combinación de dinero fácil y ligereza moral
hizo que fuera una ciudad decadente y desenfrenada.
Elogio a la Iglesia
Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han
manchado sus vestiduras; y andarán
conmigo en vestiduras blancas, porque
son dignas.
Incluso dentro de la iglesia
muerta de Sardis, hay un remanente fiel: había unas “pocas personas” que
seguían firmes en la fe. Incluso en una ciudad como Sardis, en un entorno
inmoral y depravado, corrompido hasta el extremo, había algunos creyentes que
no participaban del pecado generalizado, que no “manchaban sus vestiduras” y
que permanecían con un comportamiento digno en medio de una generación perversa.
Jesús les promete que “caminarán
con Él”, dejándonos una imagen de comunión y amistad igual a la que se ve en la
historia de Enoc (Génesis 5:24). Las vestiduras blancas no solo aluden a la
pureza y la falta de mancha del pecado, sino que también era el color que
representaba el triunfo entre los romanos. Estos van a tener una intimidad
mayor con Dios no porque se lo merezcan más o se lo hayan ganado, sino porque
están más interesados y volcados en las cosas de Dios. Y Él tiene recompensa
para ese tipo de creyentes:
Mateo 5:8
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
Condena a la Iglesia
Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.
La iglesia de Sardis tenía la
reputación de estar llena de vida y de tener obras vibrantes, de ser una
iglesia ocupada con reuniones, comités, promoción… con algo entre manos todo el
tiempo. Pero todo esto no era nada más que apariencia.
Una buena reputación no es
garantía de verdadero carácter espiritual. Jesús la veía tal y como era en
realidad. Era una iglesia que, en realidad, estaba muerta. No era una iglesia
perseguida ni amenazada ni un cuerpo de creyentes que vivía bajo presiones o
peligros. Simplemente era una iglesia que había bajado los brazos, había dejado
de luchar contra Satanás, se había dejado ir.
La iglesia de Sardis era un
modelo perfecto del cristianismo inofensivo que tanto agrada al enemigo. No
ponía ningún tipo de resistencia espiritual.
Consejo a la Iglesia
Sé vigilante,
y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas
delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo,
y arrepiéntete. Pues si no
velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
La primera instrucción de Jesús
es “sé vigilante”. No des lugar al enemigo para que pueda atacarte.
1 Pedro 5:8
“Sed sobrios,
y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a
quien devorar”
La iglesia de Sardis había
perdido la batalla porque no estaba resistiendo a Satanás, porque estaba
presentándose como presa fácil. El secreto de la victoria espiritual reside en
vigilar y resistir.
La segunda es “acuérdate”.
Recuerda todo lo que has recibido y oído, todas las enseñanzas, todos los
preceptos, toda la doctrina… y aférrate
a ella. Necesitaban examinar y fortalecer lo que ya tenían. Esto nos dice que,
aunque la condición espiritual de la iglesia de Sardis era mala en ese momento,
no carecía de esperanza. Siempre hay bases espirituales que se pueden enderezar
y afirmar. Jesús les deja ver que no era demasiado tarde para cambiar.
Sus obras, aunque presentes, no
llegaban a los estándares de Dios. La presencia de obras no es suficiente. Dios
mira el corazón, mira la motivación, la actitud y el propósito con el que esas obras
son hechas.
Y la última es “arrepiéntete”. Da
un giro de 180 grados y ve en la dirección contraria a la que has estado
caminando hasta ahora. Debían regresar a la doctrina de los apóstoles, al amor
y a las buenas obras.
Jesús advierte a los creyentes en
Sardis del gran peligro de fallar a la hora de velar. Al decir que “si no velas,
vendré sobre ti como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti” se manejan dos interpretaciones: la
primera dice que si ellos ignoran su orden, Él vendrá a por ellos como un
ladrón, en un momento totalmente inesperado. Esta expresión indica juicio
inmediato. Y la segunda, la más aceptada, pone este texto en relación con el
rapto de la iglesia:
1 Tesalonicenses
4:16-17
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
1Tesalonicenses 5:2
“Porque vosotros sabéis perfectamente que el
día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;”
Los creyentes deben velar y estar
ocupados en la obra de Dios porque no sabemos cuál es el momento en el que el
Señor va a venir a buscarnos. Dios ha establecido que este día sea inesperado y
quiere que Su pueblo esté preparado para lo inesperado.
Desafío a la Iglesia
El que venciere será vestido de vestiduras
blancas; y no borraré su nombre del
libro de la vida, y confesaré su nombre
delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles.
Jesús identifica a esos
vencedores con aquellos pocos nombres que no habían manchado sus vestiduras
(Apocalipsis 4.3). La diferencia entre la mayoría de los creyentes “muertos” y
esos pocos nombres mencionados era la pureza. La fachada y la muerte espiritual
de la mayoría de los creyentes en Sardis se relacionaba con su vida pecaminosa
y desenfrenada.
Los vencedores serán confesados
delante del Padre. La idea de este versículo no es que un creyente pueda perder
su salvación, sino asegurar a este remanente fiel que sus nombres están
escritos en el libro de la vida para darles ánimos.
La Iglesia de Sardis y el Creyente Actual
La iglesia de Sardis se relaciona
con los creyentes de hoy en día que tienen una fachada de piedad, de obras y de
servicio al Señor, pero que, en realidad, están muertos por dentro.
2
Timoteo 3:1-5
También debes saber esto: que en los postreros días
vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres,
ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables,
calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores,
impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que
tendrán apariencia de piedad,
pero negarán la eficacia de ella;
a éstos evita.
En nuestro mundo obsesionado con
las apariencias, hay creyentes que se encargan mucho de su “apariencia espiritual”.
Cuando nos ocupamos en hacer y hacer, cuando nos preocupamos por la obra de
Dios en lugar de concentrarnos en el Dios de la obra, corremos el peligro de
ser una pura fachada. Tenemos obras, pero nuestra motivación no está puesta en
dar gloria a Dios. Estamos involucradas en la iglesia, servimos, enseñamos…
pero “no tenemos tiempo” para orar, para leer la Biblia, para crecer en nuestra
relación con Dios.
Debemos siempre volver a lo
básico, alimentarnos de la Palabra, estrechar nuestra comunión con Dios,
conocer Su voluntad para cada una de nosotras y, después, servir.
La próxima semana: La iglesia de Filadelfia
– El creyente que evangeliza
Contenta en Su
servicio,
Edurne
Que bendición estos estudios , gracias querida Edurne Dios te bendiga .
ResponderEliminarAtt Linda Ester de México .
Ah muchas gracias Linda Ester!!! :) Bendiciones para ti también
Eliminarhola DTB mi hermana Edurne, me podrias enviar a mi correo el tema de Esmirna - Apocalipsis 2:8-11
ResponderEliminarhola DTB mi hermana Edurne, me podrias enviar a mi correo el tema de Esmirna - Apocalipsis 2:8-11
ResponderEliminarHola! En este enlace están los 7 artículos sobre las iglesias de Apocalipsis, incluyendo la de Esmirna :)
Eliminarhttp://www.elviajedeunamujer.com/search/label/7%20tipos%20de%20creyentes?updated-max=2015-02-13T20:45:00-04:30&max-results=20&start=3&by-date=false#.V2gFaaI53pw