Cuando Dios interrumpe tu vida
(Imagen: La
anunciación de María de Philippe de Champaigne)
“Entonces María dijo:
He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” Lucas
1:38
No me gustan las interrupciones. Me gusta planificar mi día y que todo vaya
según mi plan... sé lo que estás pensando y tienes razón: ¡casi nunca termino
un día según mi plan!
Si tú también eres un poquito, no demasiado, pero sí más o menos ¡controladora
compulsiva! :), imagínate por un momento ser María. Ella era muy joven,
las muchachas judías se consideraban aptas para casarse desde los doce años y
medio. Estaba prometida a un hombre llamado José tal y como probablemente
habían establecido sus padres. Estaba en el período de un año en el que debía
probar su fidelidad y su pureza. Imagínatela soñando y pensando en lo que sería
su matrimonio, su vida, igual que la de todas las demás mujeres que conocía.
¿Igual?
Hasta que el ángel Gabriel se le aparece y le dice que ha hallado gracia
delante del Señor y que tendría un hijo...
¡Tantas cosas podrían haber pasado por la cabeza de María! Podría haber pensado
en las habladurías que se levantarían a su alrededor, en que le rompería el
corazón a José y ya no querría casarse con ella, en que sería una deshonra para
su familia, en que su ya bien planificada vida nunca sería como la había
imaginado, ¡incluso en que podía perder la vida! (Deuteronomio 22:23-24)
Y sin embargo, su respuesta fue:
“He aquí la sierva
del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”
Por esta interrupción en el día de María, sus planes, su vida, su futuro, nunca
serían los mismos. La vida de María fue interrumpida por Dios... y El también
puede interrumpir la tuya.
A veces las interrupciones son pequeñas, como tener que abandonar tu rutina
porque tu hijo quiere estar contigo un rato más que el que está en la agenda; o
porque una amiga que necesita un consejo te llama por teléfono. A veces la
interrupción es mayor y debes sacrificar algo de tu dinero para ayudar a
alguien o el Señor te muestra que quiere que te involucres en tu iglesia. Y
otras veces, como sucedió con María, sus interrupciones te cambian la vida por
completo, te llevan a situaciones en las que jamás habías pensado. Cuando estas
interrupciones lleguen, haz lo mismo que hizo María. Confía en que Dios conoce
hacia dónde te está llevando y en que lo mejor para ti, va a venir a través de
la obediencia.
Comienza a poner atención a las interrupciones de Dios en tu vida, a las
pequeñas, las medianas y las grandes. Ningún evento carece de significación a
los ojos de Dios. Debes estar atenta a cada circunstancia de tu día a día,
porque puede ser que sea Dios mismo el que está cambiando tus planes.
María escogió dejar que Dios interrumpiera su vida... ¡que la volteara de
arriba a abajo! Cuando el Señor llegue y cambie tus planes, ¿vas a decir “He aquí la sierva del
Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra “? Piénsalo, la interrupción
puede llegar en cualquier momento.
Contenta en Su servicio,
Edurne
Hablemos:
¿De qué formas interrumpe Dios tu día a día? ¿Cómo reacciones ante esas
interrupciones?
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