Vacaciones inesperadas
El 1 de junio harán 10 años desde
que dejé mi país, mi hogar, mi familia, mi entorno, ¡todo! para venir a
Venezuela junto a mi esposo para seguir con nuestro llamado de servir a Dios
con los indígenas del Amazonas venezolano. Han sido casi diez años de oraciones
constantes mías y de muchas otras personas para que pudiéramos ir a España a
compartir con mi familia y, como les comentaba ayer en la página de Facebook, el
Señor ha decidido que ahora es el tiempo de responder esa oración con un sí. Mañana viernes viajamos a Caracas y, Dios mediante, el lunes 27 estaremos en Madrid.
Ha sido esta una respuesta
totalmente inesperada y, a lo grande, de la forma que sólo el Señor lo puede
hacer. Nos ha regalado un viaje para que toda la familia podamos ir por dos
meses a España a visitar a los míos. ¡Ah no puedo esperar al momento en el que
mis hijos conozcan a sus abuelos y a sus tías! La emoción me embarga al
escribir.
Sé que para muchas de ustedes,
este es un rinconcito especial en la red al que acuden fielmente cada día (¡Ni
se imaginan de lo agradecida que estoy por eso!) para encontrar una palabra de
ánimo, un versículo que les ayude en la situación que están viviendo, un
consejo, una herramienta de estudio... y es por eso que, aunque en menor
medida, seguiré compartiendo y publicando en el blog y en la página de Facebook
de El viaje de una Mujer durante estos dos meses en los que no voy a estar.
Voy a dejar programados algunos
artículos en el blog (algunos serán nuevos y otros serán de los archivos) y
algunas fotos con versículos en la página de Facebook. Generalmente publico 3
artículos y 5 fotos a la semana, pero, en estos dos meses, iré alternando
artículos y fotos.
Recuerda que todo va a estar
programado, yo sé que apenas voy a conectarme desde España, así que no estaré
respondiendo comentarios ni emails hasta que regrese. De igual manera, tampoco
iré agregando solicitudes al grupo de “Contenido Exclusivo” tan seguido como
acostumbro, lo haré en esos escasos momentos en los que esté en línea. Va a ser imposible que pueda controlar si algún día hay un artículo o una foto que no se publican, pero
confío en que sabrás comprenderlo.
Te dejo una petición muy especial
para este tiempo: que estés orando por mí, por las actividades que voy a tener con
mujeres, por las presentaciones de nuestro ministerio con indígenas que vamos a
tener en varias iglesias de Madrid y, sobre todo, que puedas orar por la
salvación de mi familia y para que podamos ser de testimonio para ellos.
Gracias por compartir mi emoción
por este viaje. Ayer leía la enorme cantidad de comentarios que dejaron
gozándose conmigo por esta respuesta de oración y, de verdad, se me puso el
corazón chiquito. Gracias por el cariño, ustedes son un regalo de Dios para mí.
¡Nos vemos en julio! Abrazos
virtuales para todas.
Contenta en Su
servicio,
Edurne
Que Dios te Bendiga grandemente y que ánglees acampen alrededor tuyo y de los tuyos, que Él guarde tu entrada y salida. Ya imaginó cuantos abrazos y lágrimas de felicidad habrá en tu familia y en tus hijos. Muchos abrazos amiga. Feliz Viaje.
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