Cómo identificar el "bullying" o acoso








Desgraciadamente en nuestros días casi todas conocemos lo que es el bullying o acoso, sobre todo en las escuelas y por internet. Estando en España vivimos la noticia de una chica que se quitó la vida saltando al vacío tras sufrir acoso por parte de un compañero en un instituto de Madrid.

Pero, por si no estás familiarizada con el término, “bullying” se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por una o más personas contra otro u otros. La persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.

Con frecuencia aparecen varios tipos de bullying de forma simultánea:

Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos. También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje sexual indecente…
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer…
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

Como madres, hay algunas señales a las que podemos estar atentas para ponernos sobre la pista de si nuestros hijos están siendo víctimas del bullying o si, incluso, están siendo ellos los que acosan a otros:

Señales de que nuestros hijos están siendo víctima de acoso:

- Heridas, golpes o rasguños que no tienen explicación
- Ropas, libros, electrónicos... que se pierden o aparecen dañados
- Dolores frecuentes de cabeza o estómago, sentirse o fingirse enfermo para no ir a la escuela
- Cambios alimenticios
- Dificultad para dormir o pesadillas
- Descenso en las calificaciones escolares, pérdida de interés en la escuela
- Pérdida de interés en socializar con otros
- Baja estima personal
- Comportamientos autodestructivos como escaparse de casa, herirse a ellos mismos o pensamientos suicidas

Señales de que nuestros hijos están acosando a otros:

- Involucrarse en peleas físicas o verbales
- Tener amigos que acosan a otros
- Agresividad en aumento
- Quejas por comportamiento en la escuela
-   Tener dinero extra o cosas nuevas sin que haya explicación
- Culpar a otros por sus problemas
- No aceptar responsabilidad por sus acciones
- Estar siempre preocupados por su reputación y popularidad


Es importante también que ayudemos a comprender a nuestros hijos qué es el bullying y cómo pueden luchar contra él. Para ello, necesitamos mantener abiertas las líneas de comunicación con ellos. No dejemos de hablar con nuestros hijos, de preguntarles por la escuela, por sus amigos, sus preocupaciones e ideas. Los índices de acoso cibernético o “ciberbullying” están creciendo cada día más,  así que estemos también atentos a sus teléfonos celulares, tablas, ipods y demás electrónicos.

Cuando la comunicación con nuestros hijos es fluida, no solamente los protegemos a ellos, sino también a su entorno. Quizás ellos no estén sufriendo el acoso, pero estén siendo testigos de bullying con otros compañeros. Démosles la confianza de que nos puedan contar lo que sucede en su entorno y animémosles siempre también a no quedarse callados ante hechos de acoso.

Seamos también ejemplo para nuestros hijos teniendo en todo momento una conducta amable y respetuosa con los demás. Ellos ven cómo manejamos el estrés y el conflicto y ven también cómo tratamos a los amigos, colegas y familia.

Y, por último, pero no por ello menos importante, no dejemos de orar por nuestros hijos en ningún momento. Nosotras no podemos controlar qué hacen o qué les sucede las 24 horas del día, pero Dios sí, así que no dejes pasar el día sin orar por tus hijos, por sus amigos, por la escuela, sus compañeros... y eduquémoslos en valores como respeto, tolerancia, honestidad...Esto, sin duda, dará a nuestros hijos la base necesaria para saber cómo actuar.


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Edurne



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Comentarios

  1. Hola Edurne, soy de Perú, desde el día de ayer me inscribí en tu Blog y me encanta!!
    Me ayuda muchísimo, te cuento que mi nene tiene 02 años y el próximo año empezará el Pre-Kinder, solo me queda orar a Dios para que cuide de él en los momentos que no este con nosotros y sobre todo que no sea testigo de ningún tipo de maltratos.
    Muchas Gracias por compartir tu vida y la de tu familia con nosotros .. Bendiciones :)

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  2. excelente informacion por aqui dejo una pagina muy buena tambien espero les complemente , tengo una pregunta , como podemos complementar el cambio de habito alimenticio y los dolores de estomago antes de ir a la escuela del joven ?

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