Elisabet - serie mujeres del Nuevo Testamento





Lucas 1:5-7

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías;  su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.

La historia de Elisabet me encanta porque habla sobre dos cosas maravillosas:

- Tenemos un Dios al que le encanta hacer cosas que parecen imposibles.
- Podemos esperar en Dios aunque las cosas parezcan imposibles.

Elisabet significa “promesa de Dios”.  Qué hermoso nombre, ¿verdad? De ella se dice que era “de las hijas de Aarón” (Lucas 1:5), descendía de un largo linaje de sacerdotes. Su marido, Zacarías, era miembro de la orden de sacerdotes de la clase de Abías, con lo que pertenecían a la “clase alta”.

Elisabet y su marido, al contrario de otros sacerdotes, son descritos como “justos delante de Dios, que andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor” (Lucas 1:6). Ambos se sometían a la voluntad de Dios y obedecían Su Palabra.
Elisabet era de edad avanzada y era estéril, no podía tener hjos. Es imposible para nosotros hoy en día imaginar el estigma de no tener hijos. Aunque Elisabet y Zacarías eran personas justas delante de Dios, muchas de las personas a su alrededor probablemente pensaban que había un gran pecado oculto en sus vidas como causa de que Dios no les hubiera dado un hijo.

Humanamente, era imposible que Elisabeth quedara embarazada, pero, tal y como descubriría poco después, lo que es imposible para el hombre no lo es para Dios.

Lucas 1:37 - porque nada hay imposible para Dios.

Después del encuentro entre Zacarías y el ángel en el que le fue revelado que Elisabet iba a tener un hijo (Lucas 1:8-26), esta quedó embarazada (Lucas 1:24).

Dios había hecho lo imposible.

En el momento en el que menos esperaba que pudiera concebir, Dios “se dignó quitar su afrenta entre los hombres” (Lucas 1:25). En Su tiempo, a Su manera, el Señor hizo Su voluntad y dio un hijo a su sierva fiel.

¿Cuál es el imposible que hay en tu vida? ¿Qué es eso tan grande que humanamente no puedes hacer, que es imposible que suceda? Si es la voluntad de Dios, Él lo va a hacer. Confía en Su poder, confía en Su plan y en Su tiempo.

Para Elisabet vivir su esterilidad durante tantos años fue una dura prueba, pero ella se mantuvo firme en el Señor, esperando lo imposible, viviendo lo que le había tocado vivir con gozo.

De ella podemos aprender que no solo es importante superar las pruebas, sino cuál debe ser nuestra actitud en medio de ellas. Estemos como ella...

... gozosos en la esperanza;  sufridos en la tribulación;  constantes en la oración;  - Romanos 12:12

Y no dejemos de confiar en ese Dios Todopoderoso que es capaz de hacer lo imposible.

Contenta en Su servicio,

Edurne
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