Incorpora la Biblia a la vida diaria de tu familia
Déjame contarte algo sobre mí: crecí en un buen
hogar con unos padres maravillosos y dos hermanas que me quieren y me apoyan en
todo, pero no era un hogar cristiano, me convertí siendo ya una mujer adulta.
Muchas veces comparto con las chicas en la iglesia que
han crecido en hogares cristianos y que tienen “curiosidad” por todo lo que el
mundo ofrece que no saben la bendición que tienen de ser creyentes desde niñas
o jovencitas y de que Dios, Su Palabra y la iglesia fueran parte de sus vidas
desde temprana edad. Creo que es por eso que le doy tanta importancia a criar a
mis hijos en la Palabra de Dios.
Los niños son como esponjas, retienen todo en sus
cabecitas. A veces me impresiona ver cómo recuerdan detalles de historias de la
Biblia que han escuchado. Tener su clase de escuela dominical el domingo no es
suficiente para darles la base espiritual que les va a ayudar durante toda su
vida, es por eso que hoy te dejo algunas ideas para incorporar la Biblia a la
vida diaria de tu familia:
Ten un Estudio Bíblico en familia
Nuestros hijos generalmente tienen muchas
actividades y también nosotros como padres. A veces estamos tan ocupados que no
pasamos tiempo en la actividad más importante de todas: aprender la Palabra de
Dios en casa. Revisa tu calendario semanal y haz una prioridad el reunirse como
familia para estudiar la Biblia, No sólo para leer, sino para tener un estudio
o un devocional en casa. Toma un tiempo después de la cena, durante el
desayuno, antes de acostarse... cada día, dos o tres días a la semana ¡un día a
la semana! y adquiere el compromiso de que toda la familia estudie la Biblia
junta.
No hay límite de edad para esto. Desde los niños más
pequeños hasta nuestros hijos adultos pueden beneficiarse de nuestro tiempo de
estudio en familia.
Relaciona las conversaciones con
historias de la Biblia
La comunicación es vital en todos los aspectos de la
familia y debemos fomentarla desde los primeros años de nuestros hijos hasta
que están fuera de nuestro hogar. Cuando nuestros hijos nos cuentan lo que les
pasa en la escuela o con los amigos o cuando comparten con nosotros
inquietudes, sentimientos, luchas, problemas de cualquier tipo, trata de
incorporar lecciones de la Biblia en tus respuestas. Haz referencia a Dios en
esas conversaciones. Pueden leer la Biblia desde pequeños, pero debemos
enseñarles a relacionar la Escritura con su vida diaria para que comprendan el
verdadero significado y el poder de la Dios y cómo actúa en nuestras vidas.
Da prioridas a la oración
Es normal que orar con los niños antes de las
comidas y a la hora de dormir, pero ¡qué bueno sería que les enseñáramos el
concepto de orar sin cesar! Haz el hábito de orar por ellos y con ellos.
Háblales sobre la importancia de oración y hazles saber que Dios está
disponible todo el tiempo y que está deseando que recurran a Él en toda
circunstancia.
Ayuda a tus hijos a tener un diario espiritual
Si tus hijos son grandes, regálales un diario o un
lindo cuaderno en el que puedan anotar sus oraciones y sus conversaciones con
Dios. Anímalos a tener un diario espiritual, una hora silenciosa, un cuaderno
devocional o como quieras llamarlo. Esta es una manera hermosa de ayudarles a
desarrollar una relación íntima con Dios y a hacer recuento de ello. Con los
niños que aún no saben leer, puedes usar un cuaderno de dibujo u hojas blancas
en las que puedan dibujar o preguntarles sobre qué les gustaría decirle a Dios
y escribirlo por ellos. Nunca es demasiado pronto para enseñar a los niños a
pensar en el Señor.
Compartan bendiciones en la cena
Generalmente, la cena es la comida del día en la que
toda la familia come junta. Además, es la única comida que puede hacerse con
tranquilidad y sin apuro. Es, por tanto, un tiempo especial para reflexionar y
para que cada miembro de la familia dé gracias no solamente por la comida, sino
por lo que ha vivido en ese día. Pero si tu familia tiene la posibilidad de reunirse en otro momento del día, ¡comparte bendiciones a cualquier hora!
Comienza un estudio Bíblico con amigos
Si tu iglesia
no tiene un programa de niños o de jóvenes o, aún si lo tiene, anima a tus
hijos a invitar a sus amigos de la iglesia para un tiempo de estudio juntos.
Esto les daría un grupo de apoyo y les recordaría que no están solos en su vida
cristiana.
¿Cómo incorporas tú la Biblia a la vida diaria de tu
familia? Comparte en los comentarios aquí o en la página de Facebook.
Contenta en Su servicio,
Edurne
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