Todo momento es hermoso



Es la 1:23 de la madrugada.

Cualquiera que me conozca sabe que nunca estoy despierta a esta hora. Soy un ave diurna, generalmente me acuesto y me levanto temprano.

Pero hoy no puedo dormir. Hace demasiado calor. Los niños duermen en el único cuarto de la casa que tiene aire acondicionado y Maracucho se ha ido a dormir con ellos.

Así que después de dar vueltas y vueltas, las luces del árbol de Navidad finalmente me desvelan del todo y decido prender la computadora y ponerme a escribir.

Tenía algunas ideas para el artículo de hoy… y las he desechado todas.

En lo único que puedo pensar es en que el año se acaba.

Este 2015 ha sido monumental. Dios me envió a España a visitar a mi familia, pude viajar a Dallas con el equipo de Ama a Dios Grandemente, el ministerio en la selva ha sido intenso y vibrante y, en lo familiar, creo que lo que mejor resume este año es que hemos crecido.

Hasta ahí todo bien, ¿verdad?

Lo que no me deja dormir (aparte del calor, ¡ah Señor permíteme vivir otro invierno!) es la idea de que este 2015 ha sido tan bueno para nosotros que temo que el 2016 vuelva a ser un año… normal.

Levantarme a las 4:30am, hacer mi devocional, preparar el desayuno, llevar a los niños a la escuela, recoger la casa, lavar, cocinar, hacer los deberes con los niños, leer con ellos, volver a recoger la casa, orar, escribir, acostarnos y volver a empezar… desde enero hasta diciembre, un año más.

No me malinterpretes, amo ser esposa, amo ser mamá y amo servir al Señor. Es solo que, después de haber vivido años así, este 2015 fue como volver a vivir la vida que tenía antes.

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? No, no lo creo. Creo que Dios nos pone en lugares y situaciones en los que Él puede sacar lo mejor de nosotras… y también lo peor. Eso se llama crecer.

Pero me asusta volver a caer en la rutina y perderme en el día a día sin apreciar el momento en el que Dios me tiene, sin abrazar aquello que Dios me permite vivir.

Así que abro mi Biblia y busco qué leer que pueda hablar a mi corazón. Comienzo por los Salmos… casi siempre empiezo por ahí cuando estoy desorientada y quiero escuchar a Dios. Voy pasando hojas y nada. Paso a Proverbios. Nada. Y llego a Eclesiastés.  

Eclesiastés 3:1-8

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.


Y sé que esto es lo que necesito escuchar hoy.

En cada uno de esos tiempos debemos aprender a vivir la voluntad de Dios, aunque quizás no sea emocionante, aunque sea rutinario y dar lo mejor de nosotras en todo momento.

Todo lo hizo hermoso en su tiempo (Eclesiastés 3:11)

Todo. Todo lo hizo hermoso. También los tiempos de espera, las épocas en las que aparentemente no pasa nada, esas épocas en las que un día sucede a otro sin que suceda “nada”.

Creo que lo importante para mí es aprender a descubrir lo hermoso en esos tiempos, ver al Señor en medio de ellos y disfrutar de la rutina. Disfrutar de ser “solo” una esposa, una mamá, una sierva de Dios. Apreciar cada momento y amar a mi familia bien.


¿Te sucede lo mismo? ¿Alguna vez te sientes atrapada en la rutina del día a día? Aprendamos a vivir cada momento y a apreciar la hermosura de todos ellos.

Son las 2:54 de la madrugada ahora. Sigo sin sueño… pero después de este rato con el Señor sé que lo único que me impide dormir es el calor.   

Contenta en Su servicio,


Edurne


Comentarios

  1. Gracias por compartir tu corazón! 2015 fue mejor en muchos aspectos de mi vida familiar, especialmente el aspecto económico. Inicie mi propia empresa y ese es un logro inmenso! Estoy agradecida por eso. Cumplí 25 años de casada y ese es otro motivo de agradecimiento... no celebre como hubiera querido pero lo más importante es que estamos juntos y nos amamos! Este año también me despido de una tarea que me llenó de mucha alegría mi nieto a quien cuide por 2 años y medio se va ya al kindergarden... eso sí me afectó en mis emociones. Pero así es la vida! Bueno Edurne siempre edificante leerte! Espero puedas descansar!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, a por el 2016 entonces!!! A lo mejor Dios nos sorprende jejeje. Un abrazo!! :)

      Eliminar
  2. Si me pasa, muchas veces pensamos solo en lo oxrraordinario, y nos es difícil ver lo extraordinario en lo ordinario, el Señor también esta en las cosas pequeñas, cómo ser "sólo" la esposa o la mamá, pero allí también hay un ministerio. Y como bien dice la palabra para todo hay un tiempo. El Señor te siga edificando.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente Dennisse :) Creo que a todas nos viene bien recordar que en lo que consideramos "pequeño" podemos gozarnos y hacer ministerio igual que en lo "grande". Un abrazo!

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Hola Edurne. Gracias por compartirlo. Voy a intentar escribir lo mismo que antes porque no se publicó. :s Decia que yo tambien me siento asi en el sentido del ajetreado caminar diario lleno de tareas por hacer. Me preocupaba el no saber disfrutar todo lo bueno que Dios me da y que me pase el tiempo volando. Era mi angustia...todo pasa rapido y no le saco el jugo. Ahora he comprendido que precisamente Dios me recuerda diariamente la bendicion de tener esta vida a veces o casi siempre ajetreada jeje y que no es angustioso recordarlo diariamente " ay raquel disfruta parate, da gracias por esto , por aquello" porque precisamente al recordarlo diariamente tengo la bendicion de poder apreciar todo lo que Dios me ha dado. No se si me explique, jajaa.
    Yo antes me angustiaba porque me daba cuenta de la rapidez del tiempo, queria atraparlo para que no cambiara y sentia que no lo aprovechaba. Ahora Dios me hace recordar que aunque va deprisa, lo disfruto porque reccuerdo todos los dias su amor y bendicion.
    Dios te bendiga a ti y a tu familia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por compartir desde tu corazón Raquel. COmo dices, la vida va deprisa (creo que uno comienza a ser consciente de eso cuando tiene hijos) pero los recuerdos quedan. Me desafía a hacer recuerdos hermosos jejeje. Un abrazo!!

      Eliminar
  5. Que hermosa reflexión. en el momento preciso.

    ResponderEliminar
  6. Que hermosa reflexión. en el momento preciso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares