Ser padres en la era digital
Nosotras, las madres del siglo
XXI, nos enfrentamos a algo con lo que nuestras madres no tuvieron que
enfrentarse: las redes sociales, los teléfonos, los mensajes, el internet. O
sea, el tener todo, absolutamente todo, lo bueno y lo malo, a un clic de distancia
en algo tan habitual en nuestros días como una computadora o un teléfono
celular.
¡Nada de eso existía cuando
nosotras estábamos creciendo!
Yo nací en 1976. Recuerdo que
mi primer teléfono celular lo tuve en la universidad y la primera computadora con
internet, cuando ya vivía fuera de casa de mis padres y era una mujer adulta.
Pero nuestros hijos, desde que
nacen, tienen acceso a la tecnología que muchas de nosotras hemos conocido como
adultas. Y a veces, precisamente por no habernos enfrentado a ello cuando estábamos
creciendo, no tenemos en cuenta que debemos establecer límites y controles para
proteger a nuestros hijos.
En estos días leía sobre hashtags
(esos enlaces que comienzan con #) en Instagram que parecían inofensivos, pero
que llevaban a páginas pornográficas. Este es un extremo, sí, es verdad, pero
me hizo pensar en algunas pautas que podemos poner en casa a la hora de que
nuestros hijos se acerquen a las redes sociales y a la tecnología en general.
El
tiempo
¿Cuánto tiempo pasan nuestros
hijos delante de una pantalla? Delante del televisor, de la computadora, el
Ipad, la tabla, el celular… Más aún, ¿Cuánto tiempo pasas tú delante de una
pantalla? ¿Es realmente la mejor manera de pasar las horas libres del día? ¿Tienes
autoridad para decirles a tus hijos que vas a limitar su tiempo ante las
pantallas? ¿O ellos replican lo que ven en ti?
El tiempo ante el ordenador y
el tiempo en redes sociales es una lucha para mí. Mucho de mi ministerio es
online: el blog, los estudios en Ama a Dios Grandemente, las cartas de
compartir de nuestro ministerio familiar… No solamente el ministerio, también
el trabajo y la relación a distancia con mi familia se desarrollan por internet
en gran medida.
Y cuando yo estoy ocupada en
el ordenador, ¿qué es lo más cómodo para mí? Que mis hijos estén delante de
otra pantalla para que se entretengan y me dejen trabajar.
Lo
más cómodo. No lo mejor.
Así que yo he tenido que ser
muy estricta conmigo misma primero para poder poner límites de tiempo a los electrónicos
en casa. Cuesta, pero, para mis hijos, que todavía son muy pequeños, creo que
es mejor pasar menos tiempo en electrónicos y más en juegos, solos o conmigo, o
haciendo actividades creativas.
El
contenido
Por no haber crecido con la
tecnología a la que nuestros hijos tienen acceso ahora mismo, no debemos
tampoco enterrar la cabeza en la arena como el avestruz e ignorarla. La tecnología
está aquí para quedarse y, es más, bien utilizada, es muy beneficiosa.
¿Qué tipo de contenidos ven
nuestros hijos en la red? ¿Qué tipo de páginas visitan? ¿Qué cosas comparten en
redes si ya tienen cuentas propias? ¿Qué programas de televisión ven? ¿Qué
contenido tienen los videojuegos que juegan? ¿Son cosas apropiadas a su edad o
estamos en un “todo vale”?
Podemos darles opciones que
edifican en Apps, páginas y sitios que visitar en línea. Hay aplicaciones de
Biblia para niños (Historias cristianas o Super libro por ejemplo), páginas cristianas para jóvenes como Jesus on the Web o Jóvenes cristianos, aplicaciones y juegos para jóvenes... ¡Ayudémosles a buscar y a encontrar alternativas que sean de bendición!
La
seguridad
¿Cuántas veces les has dicho a
tus hijos desde que son pequeños que no hablen con extraños en la calle? ¿Les
has dicho también a tus hijos adolescentes que no hablen en redes con
desconocidos?
Las cifras de adultos
predadores sexuales que se hacen pasar por jóvenes, adolescentes y niños en
redes son escalofriantes. Y, de nuevo, aun sin llegar al extremo ¿es
conveniente que nuestra hija adolescente entable conversaciones vía internet
con muchachos desconocidos, aunque sean de su edad? ¿Es conveniente que
nuestros hijos acepten “amistades” de otros niños y jóvenes que los inviten a
grupos de los que no sabemos nada?
Quizás los peligros que
nuestros hijos enfrentan en redes no sean físicos (como con los desconocidos en
la calle) pero, ¿y las heridas psicológicas y emocionales que dejan ese tipo de
relaciones dañinas?
De la misma manera que
establecemos límites en lo personal, hay algunas medidas que podemos tomar
también y con las que podemos conversar con nuestros hijos para hacer de la
seguridad algo prioritario. Cosas como:
- Tener las computadoras a la
vista de todos.
- No tener televisores en las
habitaciones.
- Limitar el uso del celular
dentro de casa y no permitirlos en las habitaciones.
- Compartir los electrónicos
como algo habitual: todos usamos la tabla de papá, todos usamos la computadora
de mamá, todos podemos meternos en el celular de nuestro hijo, todos podemos
entrar a internet desde la laptop de nuestra hija.
- A la hora de crear cuentas de
email o en redes, hacerlo juntos: que los padres participen en el proceso de
hacer la cuenta, de poner los filtros necesarios y que conozcan las
contraseñas.
- Seguir la actividad de
nuestros hijos en redes: que tengamos cuentas vinculadas, seamos “amigos” en
Facebook, los sigamos en Instagram, en Pinterest, en Twitter…
- Pongamos filtros de edad en
los electrónicos con acceso a internet.
- Revisemos los videojuegos y
las películas antes de comprarlos: que tengan un dibujo en la portada no quiere
decir que sean para niños. A veces somos muy exigente en cuanto a contenido
sexual más o menos explícito (lo que está genial), pero pasamos contenidos violentos
sin darle muchas vueltas.
- Habla, habla y habla con tus
hijos, a medida que van creciendo y a medida que van teniendo más autonomía a
la hora de usar los electrónicos y las redes sociales. Háblales de cuáles son
las normas o las reglas para el uso en casa, háblales de qué cosas son
apropiadas para ver o para publicar y cuáles no, deja que te hagan preguntas y
dales confianza para que te presenten sus dudas y sus reservas.
- Enséñales a respetar a otros
también en redes, a no usar las redes para atacar a otras personas, para
ridiculizar o vejar a otros. Si no pueden decir algo cara a cara, tampoco
pueden decirlo por internet.
- Habla con naturalidad de cosas
como el bullying, el acoso, o el sexting, el enviar videos o fotos propias y
ajenas en ropa interior, sin ropa o en actitudes sexuales, tan presentes ahora
mismo entre nuestros jóvenes y tan facilitados por las redes y el uso masivo de
los celulares.
- Enseñémosles a honrar a Dios
con todo: con lo que vemos, con lo que escuchamos, lo que decimos y lo que
compartimos. Inculquemos en nuestros hijos la importancia de nuestro testimonio
como creyentes.
Colosenses
3:17
“Y todo lo que hacéis, sea de
palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús”
Como dije, el internet y las
redes sociales están aquí para quedarse y nosotras debemos actualizarnos para
estar al día con los tiempos y poder proteger y enseñar a nuestros hijos a
protegerse en esta era digital.
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Edurne
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Muy cierto!! Recién ayer leí que Google tiene una web para niños con tal de que hagan búsquedas seguras. El límite es lo más sano y conversar. En nuestro caso como familia tenemos en programa covenant eyes instalado en la computadora, la tablet y en el teléfono de mi esposo y mío. La presión que tienen los chicos ahora por tener "su propio teléfono" es enorme. Mi hijo tiene 9 años, le encanta jugar Minecraft, geometría dash, y otros así... casi cada semana nos dice que sus compañeros tienen sus teléfonos y el no. Hablamos y le explicamos por qué su papá y yo creemos que aún no es el momento que tenga su teléfono y en casa ha sido un reto tener límites de los electrónico para toda la familia. Comparto el link sobre la web de Google dirigida a niños http://www.scarymommy.com/kiddle-search-engine-launched-by-google-is-for-kids/
ResponderEliminarGracias por el enlace! no lo había oído. Creo también que la presión de otros compañeros es grandísima! Sin duda conversar y explicar nuestras razones siempre es lo mejor. Gracias Jahaira! Abrazos =)
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