La eterna pregunta...¿por qué?
Nací en
Bilbao en 1976.
Mi primera
infancia transcurrió en lo que se llaman los “años de plomo”, la década de los
80, en los que la banda terrorista ETA fue especialmente cruel y prolífica.
ETA era un
secreto a voces. Era eso de lo que no se habla, algo con lo que convivíamos y
que hacía que Bilbao fuera un lugar aun más gris, más decadente, más triste.
El
terrorismo era parte de nuestra vida, de nuestro día a día. A corta edad
sabíamos lo que era un comando, un zulo, un coche bomba, una vacuna y el resto
de jerga que escuchábamos en los noticieros o a escondidas en las conversaciones
entre adultos.
Tantos años
después de eso, mis hijos, desgraciadamente, no viven en un mundo más seguro
que el mío. La violencia se ha globalizado y extendido de manera tal, que se ha
convertido un fenómeno con el que debemos convivir día a día.
La pregunta
que surge es ¿por qué? ¿Por qué un Dios de amor permite que haya terrorismo,
que haya guerras, que personas inocentes mueran, que haya delincuencia, que las
personas, aun siendo justas, sufran?
Esta es la
eterna pregunta que muchos creyentes se hacen y también la que sirve de excusa
a otros para cerrar su corazón a Dios.
¿Acaso el
amor de Dios no es tan grande como pensamos?
¿Acaso Dios
es indiferente al sufrimiento?
¿Acaso Dios
carece de poder para controlar la maldad en el mundo?
No, no y no.
Dios nos ama
de manera infinita, de manera profunda, de una forma que nuestra mente humana
no es capaz de comprender.
Dios sufre a
nuestro lado, se duele con nuestro dolor, nos acompaña en los tiempos de
sufrimiento.
Dios es
poderoso para controlar absolutamente todo y absolutamente a todos. Su poder es
total y Su dominio se extiende sobre todo lo creado.
¿Entonces?
¿Por qué
sufrimos?
Porque el pecado es
parte del mundo
La maldad,
el pecado, no eran parte de Su plan original para el hombre. El podía controlarnos,
pero prefirió no hacerlo. Nos dio la capacidad de decidir…y decidimos mal.
Una vez que
el pecado entró en el mundo, se hizo el dueño y señor de todo, dañando,
lastimando y destruyendo todo a su paso.
Romanos 5:12
“Por tanto, como
el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
Porque los propósitos
de Dios son incomprensibles para nosotros
Todo lo que
Dios hace y todo lo que no hace, todo lo que permite y todo lo que no deja que
suceda tiene un propósito. Todo. No hay nada al azar con Dios.
Otra cosa es
que no seamos capaces de ver esos propósitos.
El objetivo
de Dios siempre va a ser acercarnos a Él y hacernos, cada día, más parecidas a
la figura de Cristo. Y a veces el sufrimiento es necesario para conseguir ese
propósito.
Romanos 11:33
“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de
la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos!”
Porque Dios nos dio
libre albedrío
Dios nos dio
la capacidad de decidir. Y eso implica que tenemos la libertad para hacer lo
bueno…pero que también tenemos la libertad para hacer lo malo.
El hombre
actúa conforme a lo que hay en su corazón. Si son el miedo, el odio, el
orgullo, el rencor, la envidia o cualquiera de estas cosas las que dominan el
corazón de una persona, conforme a eso actuará.
Lucas 6:45
“El hombre bueno,
del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro
de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.”
El sufrimiento,
el dolor, la muerte, la decepción, son cosas con las que debemos convivir. Que
la respuesta a todas estas cosas sea siempre la fe.
Fe en el que
te ama.
Fe en aquel
que se preocupa por ti.
Fe en aquel
que es poderoso para llevarte en Sus brazos en medio del dolor que te abate en
este momento.
Contenta en Su servicio,
Edurne
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Hermosa reflexión
ResponderEliminarGracias por recordarnos estas verdades☺
ResponderEliminarSí, gracias por llevarnos a conocer la Voluntad de Dios la cuál es que le conozcamos y crescamos hasta que nuestro carácter cristiano sea como ese su Hijo, nuestro Señor Jesucristo!!
ResponderEliminarSí, gracias por llevarnos a conocer la Voluntad de Dios la cuál es que le conozcamos y crescamos hasta que nuestro carácter cristiano sea como ese su Hijo, nuestro Señor Jesucristo!!
ResponderEliminarQue el Eterno te siga llenando de sabiduría y así animando a las mujeres a ser mejores en Cristo Jesús, un abrazo fuerte y bendiciones!
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