Filipenses 1
La carta de Pablo a los
Filipenses tiene algo, cuando menos, curioso. Es conocida como la carta del
gozo, por la cantidad de veces en las que se mencionan las palabras gozo,
regocijarse, alegrarse. Lo curioso es el lugar desde el que Pablo escribe esta
carta:
Hechos 28:16; 30-31
Cuando
llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a
Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.
Y Pablo permaneció dos
años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando
el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin
impedimento.
Este llamado al gozo
del apóstol Pablo es hecho mientras estaba recluido en arresto domiciliario en
Roma. Pablo no estaba en una prisión normal. A él se le permitió vivir por sí
mismo y proveer su propio un espacio para vivir (una casa rentada). Aunque él
estaba constantemente bajo supervisión de un guardia romano, y a menudo
encadenado. La rotación de los guardias le daba una provisión constante de
gente con quien hablar.
Sobre la estancia de Pablo
en Roma, David Guzik dice:
“Estos dos años no
fueron desperdiciados, y Dios no desperdició el tiempo de Pablo en Roma. Dios
nunca desperdicia nuestro tiempo, aunque nosotros podemos desperdiciarlo al no
sentir el propósito de Dios para nuestras vidas en el momento.
Pablo eventualmente
tuvo su aparición ante César Nerón. Es totalmente razonable creer que el
valiente y poderosamente proclamó el evangelio a él – tal como Dios le había
prometido (Hechos 9:15 y 23:11).
Parece probable que
Pablo fue absuelto de estos cargos, y por la mayoría de las estimaciones fue
libre durante otros cuatro o cinco años hasta que fue arrestado de nuevo,
encarcelado, condenado y ejecutado en Roma por orden de Nerón en el año 66 o
67d.C. – como las tradiciones históricas de la iglesia primitiva afirman.
Probablemente, Lucas no
documentó la aparición de Pablo ante el César, porque el evangelio de Lucas y
el libro de Hechos fueron escritos para darle a la corte romana el trasfondo y
los hechos del caso de Pablo en su juicio ante el César.”
Sin
duda, ninguna de nosotras pensaría que estar en una situación como la de Pablo
pueda ser fuente de gozo, ¿cierto? Es por eso que esta carta tiene aún más
valor si cabe en lo que dice, porque es una demostración práctica de que, sea
cual sea la situación en la que nos encontramos, es posible que el creyente
mantenga el gozo.
Comencemos
con la carta.
Filipenses
1:1-2
Pablo
y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están
en Filipos, con los obispos y diáconos: Gracia y paz a vosotros, de Dios
nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
La
iglesia en Filipos fue fundada por Pablo algunos once años antes de haber sido
escrita esta carta, durante su segundo viaje misionero (Hechos 16:11-40). Esta
era la primera iglesia establecida en el continente de Europa.
1. A
todos los santos en Cristo Jesús: Esto significa a todos los cristianos
en Filipos. Todos los Cristianos son santos, pero sólo en Cristo Jesús.
2. A los
obispos: En un sentido general, esto significaba que estaba dirigido a
aquellos con responsabilidades de liderazgo. La antigua palabra Griega
significa Inspectores (supervisores) y era utilizado para describir el
liderazgo en general antes que viniera a describir un cargo en específico reconocido
por algunas tradiciones cristianas.
3. A los
diáconos: Aquellos que tenían posiciones reconocidas de servicio.
Después
del saludo inicial, Pablo les dice a los filipenses que da gracias a Dios por
ellos y que ora con gozo por ellos.
Pablo ora con gozo sin importar su situación, sin que importe que esté en
prisión. Nada de eso le quita el gozo a la hora de orar por ellos.
¿Por
qué cosas ora?
ORA POR SU COMUNIÓN EN EL EVANGELIO (1:5)
Esta
era una razón por la cual Pablo oraba y estaba agradecido por los Filipenses.
La idea era de que los Filipenses estaban en “compañerismo” con Pablo en cuanto
a esparcir el evangelio a través del apoyo de amistad y financieramente, y
ellos lo hicieron así desde el primer día hasta ahora. Ellos no esperaron para
ver que Pablo fuera un “ganador” antes de que ellos le apoyaran. Ellos apoyaron
a Pablo y a su ministerio rápidamente.
ORA PARA QUE SU AMOR ABUNDE (1:9)
Los
Filipenses tenían mucho amor, y ellos se lo mostraron a Pablo. Pero Pablo no
dudo en orar en que el amor de ellos abunde aun más y más. No importa cuanto
amor tengamos nosotros por los demás; ¡siempre podemos tener más! Pero el amor
que Pablo quería que los Filipenses tuvieran no era un “amor ciego”. Era un
amor que tenía ciencia y en todo conocimiento; era un amor que podía aprobar lo
mejor. Pablo sabía del peligro de un amor sin discernimiento
(conocimiento). El reprendió a la iglesia de los Corintios, los cuales se
gloriaban en su “amor” y en su “franqueza” el cual estaba falto de cualquier
sentido de ciencia y conocimiento (1 Corintios 5:1-7).
ORA PARA QUE SEAN SINCEROS E IRREPRENSIBLES (1:10)
Una
persona sincera es alguien que habla y obra según lo que
piensa realmente, sin mentir ni fingir. Una persona irreprensible es alguien
que no merece reprensión alguna, que no tiene desaprobación a causa de su
comportamiento. Es decir, una persona irreprensible es alguien a quien no se
puede agarrar por ninguna parte, alguien a quien no hay nada que reprochar.
ORA PARA QUE ESTÉN LLENOS DE FRUTOS DE JUSTICIA (1:11)
Lo
que somos influye en lo que hacemos y en lo que sale de nosotros. El tener
comunión en el evangelio, amor y ser sinceros e irreprensibles va a ayudarnos a
dar fruto, a trabajar para el Señor, a hacer Su voluntad. Fruto que es siempre
el resultado de permanecer en Jesús (Juan 15:4-6).
Pablo
sabe que cada creyente es una obra en progreso y es consciente de que Dios seguirá
trabajando en nosotros “hasta el día de Jesucristo” (1:6). Esta obra en el
creyente no se perfeccionará sino hasta el día de Jesucristo, el cual, en el
contexto, tiene la idea de la segunda venida de Jesús y de nuestra resurrección
con Él.
“¿Existe alguna ocasión en que Dios comienza cualquier obra y la deja incompleta? Muéstrame si alguna vez se dejó un mundo a media hechura y se abandonó estando completo a la mitad; muéstrame un universo el cual a sido apartado de la rueda del Gran Alfarero, con el diseño solamente delineado, con el barro medio endurecido, y con una forma que carece de estar perfeccionada.” (Spurgeon)
Hay
veces que ese trabajo de Dios en nuestra vida no nos va a gustar, que nos va a
parecer pesado, incómodo o doloroso, pero también esos tiempos son parte del
proceso de crecimiento y el apóstol se pone de ejemplo para ilustrar este
pensamiento:
Filipenses 1:12-14
“Quiero que
sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para
el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho
patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de
los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho
más a hablar la palabra sin temor.”
Pablo
explica que todo lo que le ha sucedido: la persecución, su detención, el viaje
en barco en el que casi fallece, su arresto, el juicio al que iba a ser
sometido… todo, ha tenido razones y propósitos claros.
- que
el evangelio avance (1:12) – “hasta lo último de la tierra” había dicho
Jesús que debía llegar en evangelio (Hechos 1:8). ¡Con Pablo el evangelio había
llegado a lugares muy lejanos!
- que
Cristo sea conocido en toda Roma (1:13) – en el pretorio dice en
realidad. El pretorio implicaba en Roma el cuartel general del ejército romano.
Pablo estaba esposado a un soldado romano que cambiaba con otro cada 4 horas.
¿Cuántos soldados escucharían a Pablo hablar sobre Cristo? Muchos de esos soldados
se encargarían también de extender a Cristo aun sin darse cuente al relatar sus
vivencias con el apóstol.
- que
los hermanos sean animados a hablar con denuedo viendo el ejemplo de Pablo
(1:14) - Los hermanos que visitaban a Pablo cobraban ánimo por tres razones
principales:
1. Ellos
veían que Pablo tenía gozo en medio de tales pruebas.
2. Ellos
veían que Dios se encargaba de Pablo en tales circunstancias
3. Ellos
veían que Dios todavía podía usar a Pablo a pesar de que él estaba preso
Dios
no hecho a perder el tiempo de Pablo durante el encarcelamiento en Roma. Dios
nunca desperdicia nuestro tiempo, pero nosotros lo podemos desperdiciar al no
sentir el propósito de Dios para nuestras vidas en dichos momentos. Para Pablo
su mayor gozo es que, por las razones que sean, su encarcelamiento en Roma hace
que Cristo sea anunciado (1:18).
¿Te
das cuenta de cómo se pueden revertir las situaciones? En lugar de ver su
prisión como un problema, como algo negativo que, sin dudarlo, lo es, Pablo lo
ve como oportunidades, lo ve como propósitos, aplica el principio que escribe
en Romanos 8:28 -
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Tan
solo sabiendo que todo lo que nos sucede es parte de un plan, tiene un
propósito y nos ayuda a bien, es que podemos mantener el gozo. Y es que el
primer campo de batalla para que los creyentes podamos mantener el gozo es
nuestra mente.
Para
Pablo todo lo que le sucede – incluso su muerte - sirve para que Cristo sea
glorificado (1:20). Por lo tanto, todo en su vida, lo bueno y lo malo, es
ganancia:
Fiipenses 1:21
“Porque
para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
Pablo
sabía que la muerte no era una derrota para el cristiano. Es meramente una
graduación para la gloria, una ganancia neta para el cristiano.
Después
de hacer este llamado al gozo, a la unidad de los creyentes, a la valentía como
hijos de Dios para extender el evangelio, Pablo termina este capítulo 1
pidiendo a los Filipenses que se comporten “como es digno del evangelio”
(1:27).
Y ese
llamado sigue vigente para todas nosotras hoy en día. La cuestión hasta ahora
ha sido así:
Estamos
en Cristo
Somos
una obra en proceso
Ese
proceso implica situaciones (a veces adversas) que nos hacen crecer
Puedo
mantener en gozo en toda situación sabiendo que todo tiene un propósito
Por
tanto, puedo vivir de manera digna del evangelio, sea cual sea mi
circunstancia.
¿De
qué manera vivimos de manera digna del evangelio? Sigamos viendo lo que dice
Pablo:
- estando
firmes en un mismo espíritu – estando unidos con otros creyentes en la
fe, especialmente con aquellos en nuestra iglesia local. ¡Cuántas veces hemos
caído en disputas y peleas tontas con otros creyentes! ¡Cuántas palabras hemos
gastado en vano por defender o atacar a otros! Nuestro llamado es a estar
firmes, esforzarnos, para tener un mismo espíritu y vivir en unidad.
- combatiendo
unánimes por el evangelio – esa unidad de los creyentes debe tener el
propósito productivo de promover el evangelio: de afianzar a los creyentes en
la Palabra de Dios para que tengan vidas que lleven fruto y de alcanzar a
aquellos que aún no han creído para llevarlos a los pies de Cristo.
- no
siendo intimidados por los que se oponen – la palabra “intimidados” en
el original denota una incontrolable estampida de caballos asustados. Pablo
exhorta al creyente a ser valiente y a tener denuedo para hablar del evangelio
de Cristo. Cuando los cristianos no están en nada intimidados por los que se
oponen, esto es también la evidencia de su propia salvación. En el Señor nos
podemos sorprender a nosotros mismos con nuestra valentía.
¿Qué
cosas te roban el gozo? ¿Qué circunstancias hacen que pierdas el gozo? ¿De qué
manera puedes ver esas circunstancias a la luz de Filipenses capítulo 1?
Contenta
en Su servicio,
Edurne
Descarga el imprimible para tu estudio personal del capítulo 1 de Filipenses aquí -
Gracias Edurne por esta hermosa introducción. M. Carmen
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