Demasiado ocupada para leer la Biblia







Como creyentes, sabemos que tenemos que leer la Biblia todos los días. Ahora, la pregunta del millón, es ¿lo hacemos? Creo que no. O yo, por lo menos, no. Y creo que fallamos en esto porque no contestamos una pregunta previa que debemos tener clara de una vez por todas:

¿Por qué es importante leer la Biblia?

¿Por qué piensas que es necesario? ¿Porque todo el mundo lo hace? ¿Porque es una de las cosas en tu lista por hacer? ¿Porque te da vergüenza lo que otros creyentes puedan pensar si no la lees?

No. La razón por la que debemos leer la Biblia es para conocer a Dios, para conocer Su voluntad y para saber cómo quiere que vivamos.

Pero, muchas veces, tenemos la excusa perfecta para no hacerlo: no tengo tiempo.

Y lo entiendo. Somos mujeres ocupadas. Tenemos siempre miles de cosas que hacer en casa y fuera de casa. Usamos la excusa del tiempo para no hacer nuestro devocional, para no leer siquiera de manera consistente. Pon tu excusa: el tiempo, los hijos, el ministerio, el trabajo fuera de casa, la rutina…

Pero si, realmente, tuviéramos claro que leer la Biblia es vital para nuestra vida, encontraríamos el tiempo y superaríamos las demás excusas. Porque, en última instancia, el problema no es falta de tiempo, sino falta de prioridades.

Pasar tiempo en la Palabra de Dios requiere un tiempo intencional, requiere planificarlo, requiere ponerlo en la agenda, meterlo en el plan de nuestro día. Muchas veces no lo hacemos así, va pasando el día y, simplemente, pretendemos que el tiempo con Dios suceda de manera natural, sin planificarlo. Y, por supuesto, el día termina y ese tiempo no se da.

Tener el hábito de leer la Biblia, de estudiarla y de aplicarla para que pueda transformar nuestras vidas requiere de esfuerzo y de energía. Requiere también reacomodar nuestras prioridades.

¿Qué cosas ponemos en nuestra agenda antes de pasar tiempo con Dios? ¿A qué otras cosas le damos prioridad? ¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas? ¿Mirar el teléfono o el email? ¿Poner la tele? ¿Conectarte al Facebook? ¿leer el periódico? O, simplemente, ¿te levantas con el tiempo justo para desayunar y salir corriendo a trabajar o mandar a los niños a la escuela?

Sí, somos mujeres ocupadas. Sí, tenemos mucho que hacer en nuestro día. Pero debemos ser diligentes en tener ese tiempo diario en la Palabra, precisamente porque nuestro tiempo es muy limitado.

Algo que a mí me ha ayudado en gran manera a tener ese tiempo con Dios son los grupos de estudio de Ama a Dios Grandemente. En esos grupos tienes todo el día para poder entrar, compartir tu estudio devocional y ver lo que las demás han compartido también. Esos grupos sirven también para animarnos unas a otras a tener nuestro tiempo diario en la Palabra de Dios. Si estás interesada en ser parte de un grupo de estudio, esta semana en ADG tendrás oportunidad de entrar en uno. El próximo estudio de Ama a Dios Grandemente será el libro de Rut y tendrá una duración de 4 semanas.

Demos prioridad a lo importante y mantengamos esas prioridades más allá de la teoría. Hagamos todos los días ese espacio para sumergirnos en la Palabra de Dios y tener nuestro tiempo devocional.  

Contenta en Su servicio,

Edurne


Comentarios

  1. Quisiera información sobre el grupo de estudio. Es virtual? Como ingreso?

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  2. Gracias a Dios por su vida :) bendita sea la palabra del Señor

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