10 mentiras que el mundo te dice sobre el matrimonio
Encontré este artículo de Debbie McDaniel en
Crosswalk.com y me pareció
tan acertado que decidí traducirlo para que puedas leerlo tú también.
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El matrimonio
es un regalo maravilloso de Dios. Sin embargo, muchas veces no apreciamos los
regalos como deberíamos. La vida se complica. Tenemos prisa y nos distraemos.
Comenzamos a descuidarnos, a discutir y a dejar que el resentimiento ocupe
lugar en nuestro corazón. Comparamos nuestro matrimonio con otros a nuestro
alrededor y, muchas veces, nos encontramos buscando la salida más fácil.
Estamos dejado
que influencie nuestros matrimonios una sociedad que basa muchas de sus
creencias sobre el matrimonio en las historias del cine y la televisión y que
tiene una tasa de divorcio del 50 por ciento.
Hay una batalla por nuestros matrimonios y
el enemigo está buscando destruirlos.
Pero no tenemos por qué dejarle ganar.
Dios tiene una manera mejor. Él es quien
creó el matrimonio. Sus palabras proveen guía, sabiduría, fuerza y esperanza en
todo lo que enfrentamos, ahora y en el futuro.
10
mentiras que el mundo te dice sobre tu matrimonio:
1. Si no son
compatibles, quizás te casaste con la persona equivocada.
La
verdad de Dios dice que el matrimonio es un pacto. Una vez que has escogido
casarte, el debate sobre si es la persona “correcta” o no ya no está sobre la
mesa. El matrimonio no tiene que ver con sentimientos, sino con escoger cada
día amar a la persona con la que te casaste. Es un compromiso ante Dios.
Marcos
10:9 – “Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”
2. Otros matrimonios
son mejores que el nuestro.
La
mentira que nuestra cultura susurra en nuestro oído es que el de otros siempre
es mejor o que el nuestro no es tan bueno como el de los demás. Nos va a llevar
a compararnos con otros y competir, pero no es así como Dios hace las cosas.
Deberíamos pasar más tiempo centrándonos en lo que tenemos que pensando en lo que
no tenemos. De esa manera podríamos vivir más agradecidos con lo que nos ha
dado.
Efesios 5:25, 33 – “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella… Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.”
3. Mereces algo mejor
si las cosas no salen como quieres
Para
muchos de nosotros, el matrimonio saca nuestro egoísmo a la superficie. Queremos
hacer las cosas a nuestra manera. Queremos que nuestro esposo nos haga felices.
Insistimos en nuestros derechos y demandas sin querer servir al otro. El
objetivo de Dios para nuestro matrimonio no es el de “hacernos felices”. El
matrimonio simboliza el amor de Cristo por nosotros y Su deseo de que seamos
hechos cada día más a Su imagen.
1
Corintios 13:4-5 – “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo
suyo, no se irrita, no guarda rencor;”
4. Tu cónyuge debería
saber cómo suplir todas tus necesidades.
A
menudo nos casamos con una persona totalmente diferente a nosotros. El
matrimonio es un proceso que dura toda la vida en el que crecemos juntos. A
veces fallaremos, pero eso nos dará oportunidades para crecer en gracia y
perdón. Nuestro esposo no puede leer nuestra mente. Quizás no ama de la misma
manera que lo hacemos nosotros. Pero es irreal pensar que él suplirá nuestras
necesidades. Solo Dios lo puede hacer.
Salmo
73:26 – “Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi
porción es Dios para siempre.”
5. El divorcio es la
opción fácil.
Si
entramos en un matrimonio en el que el divorcio es una “opción”, estamos en
problemas desde el principio. Cuando las cosas se ponen difíciles algunas
personas se ven tentadas a buscar la “opción fácil”. Pero el divorcio ni es una
opción ni es fácil. Dios es el que da la salida a nuestros problemas, el que
nos alienta, nos da esperanza y propósito para el futuro.
Jeremías
29:11 – “Porque yo sé los pensamientos
que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal,
para daros el fin que esperáis.”
6. Tus hijos deberían
venir primero porque te necesitan más.
Esta
es una mentira sutil que busca hacernos sentir mejores padres. Pero la verdad
es que lo que más necesitan nuestros hijos es que papá y mamá se amen, que lo
demuestren y que modelen un matrimonio bíblico para ellos. Nuestro cónyuge
debería tener la prioridad en nuestra familia. A través de una relación amorosa
y comprometida, estaremos mejor equipados para criar a nuestros hijos juntos.
Salmo
90:12 – “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón
sabiduría.”
7. Quizás se te acabó
el amor
El
amor no se nos acaba hasta que no decidimos dejar de amar. El mundo nos llama a
“seguir nuestro corazón”, pero sabemos que nuestro corazón no siempre puede ser
confiable. La oración y la Palabra de Dios sobre nuestro matrimonio son
herramientas poderosas para acercarnos más y más cada día.
1
Corintios 13:13 – “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos
tres; pero el mayor de ellos es el amor.”
8. Tu matrimonio no
tiene reparo. Una vez que está roto, no puede ser restaurado.
Muchos
han caminado por épocas difíciles en el matrimonio. Algunos todavía se están
sanando. Y otras veces el matrimonio no se salva. Pero eso no hace que cambie
esta verdad: sin importar lo que enfrentemos, Dios redime y restaura. Él es el
Dios de los milagros, el que puede traer de nuevo a la vida lo que estaba
muerto.
Mateo
19:26 – “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas
para Dios todo es posible.”
9. El tonteo inocente
con otras personas o la pornografía no afectan a tu matrimonio.
Ningún
flirteo es inocente. En el fondo, es buscar atención y dar atención a otra
persona que no es tu cónyuge. Huye de eso. Pide a Dios que te ayude a mantener
los ojos lejos de la tentación. La pornografía es una trampa del enemigo y abre
una puerta para destrozar tu matrimonio. Dios nunca nos dejará ser tentados más
allá de lo que podamos resistir. Mantengámonos cerca de Dios y escojamos
respetar a nuestra pareja.
Hebreos
13:4 – “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los
fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.”
10. El matrimonio es
una relación 50/50
El
matrimonio requiere de dos personas totalmente comprometidas que cada día
escogen amarse. El 50/50 nunca será suficiente para llevarte por los tiempos
difíciles. Nuestro matrimonio debe estar centrado en Cristo y debemos esforzarnos
por dar siempre el 100/100.
1
Corintios 13:7-8 – “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán
las lenguas, y la ciencia acabará.”
Cada
día tenemos la opción de elegir. Que Dios nos ayude a escoger sabiamente.
Excelente la enseñanza, cada día estamos mas expuestos a las verdades del mundo y no a las enseñanzas bíblicas.
ResponderEliminarGracias Edurne! Excelente articulo que merece ser compartido a muchos.
ResponderEliminarEscrito evangelicamente correcto, bueno desde el punto de vista biblico... pero irreal e insostenible en la vida real. Machista y tendente a inculcar la sumisión en la pareja y mantener el sueño de que por cristianos nuestros matrimonios van a ser buenos. Por experiencia digo que pueden ser infiernos mantenidos, precisamente, por esas opiniones.
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