Cómo preparar un estudio bíblico - taller

¿POR QUÉ DEBO ENSEÑAR?
“Y él mismo constituyó… maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” Efesios 4:11-12
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones a Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” Colosenses 3:16

La enseñanza fue reconocida por la iglesia primitiva como algo esencial para el crecimiento espiritual y el desarrollo del creyente (Hechos 11:26); de hecho, era algo que los primeros cristianos hacían todos los días (Hechos 5:42), tal y como el Señor Jesús hacía durante su ministerio en la tierra (Lucas 19:47). El propósito de enseñar es preparar a los creyentes para el ministerio, ayudarlos a encontrar su lugar en el cuerpo de Cristo, darles herramientas para que puedan crecer espiritualmente.
La enseñanza también forma parte de nuestro ministerio como mujeres. No es nuestra responsabilidad pararnos en la iglesia a enseñar mientras haya hombres (1 Timoteo 2:11-12), pero sí es nuestra responsabilidad enseñar a otras mujeres (Tito 2:3-5), enseñar a los niños (Proverbios 22:6, Deuteronomio 6:6-7; 2 Timoteo 1:5) e, incluso, ayudar, en compañía de nuestros esposos,  a que los hombres aprendan en privado (Hechos 18:24-26).
Enseñar es, por tanto, una de las disciplinas cristianas que, como hijas de Dios, debemos poner en práctica en nuestras vidas para beneficio nuestro y beneficio del cuerpo de Cristo.

¿CÓMO PUEDO PREPARAR UN ESTUDIO BÍBLICO?

1.    ORA
     Sin duda, la parte más importante. Recuerda que al enseñar la Palabra de Dios, estamos haciendo algo que humanamente no es posible: ayudar que personas pasen de muerte a vida, hacer que personas dejen pecados o malos hábitos, iluminar a otros para que comprendan verdades espirituales, impartir visión en cuanto a los ministerios, al servicio… Estamos llevando a cabo una tarea que requiere del poder de Dios, por eso nuestra enseñanza debe estar impregnada de oración. (Efesios 6:12; 18)
      Ora para que Dios te muestre los pasajes, para que te ayude a entenderlos, a explicarlos, a buscar aplicaciones; ora para que las personas que van a escucharte puedan aplicar la verdad bíblica a sus vidas, ora para que nada interrumpa el tiempo de enseñanza y no haya distracciones. (1 Tesalonicenses 5:17)

2.     SELECCIONA EL TIPO DE ESTUDIO

·         Estudios Temáticos: Como su nombre indica, son los que enseñan sobre un tema específico: la santidad, la fe, el arrepentimiento, el dinero , las buenas esposas, los buenos esposos, … p.e. “Ofrenda”
·         Estudios  Expositivos: Extraen la enseñanza de un pasaje versículo por versículo; p.e. “Mateo 6:25-34”
·         Estudios Biográficos: Los que relatan la vida de personajes bíblicos y siguen su historia buscando aplicaciones para nuestra vida; p.e. “Lidia”

3.    LEE EL PASAJE – ESTUDIO INDUCTIVO PERSONAL

·         Elige el/los pasaje/s para tu enseñanza
·         Léelo varias veces con atención hasta que sea familiar y asegúrate de entender el significado de todas las palabras que aparecen en el texto.
·         Saca la idea principal, que va a ser el tema de tu estudio (no uses comentarios hasta que hayas sacado tu propio tema)
·      Busca otros versículos que apoyen esa idea principal y que te ayuden a dividir la enseñanza en partes

Para ayudarte con esto, repasemos los puntos principales del estudio inductivo de la Biblia:

PASOS PARA HACER UN ESTUDIO INDUCTIVO
A. Observación: ¿Qué dice el pasaje? Descubrir los hechos en el texto.
La observación es el acto de reconocer y notar los hechos. Un hecho es un acontecimiento, una acción, algo que se hace o que sucede. Al observar los hechos en la Biblia afirmamos: "El texto dice que... (Un hecho explícito)." O "Este hecho y aquel hecho, juntos implican que... (Hecho oculto o implicación)". En este paso debemos hacernos las preguntas: ¿Qué?, ¿Quién?; ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Cómo?, ¿Por qué?
B. Interpretación: Determinar el significado de los hechos
Interpretar es explicar o mostrar la significación de algo. El propósito de la interpretación es entender el mensaje central del pasaje. Es ver lo que quiere decir y dar explicación a las respuestas de la fase anterior.
C. Aplicación: Incorporar a la vida diaria las verdades descubiertas
La aplicación es la respuesta personal a la verdad descubierta. Es el fin último del estudio bíblico; oír a Dios hablándonos en forma que cambie nuestra vida (2 Timoteo 3:16-17). Busca específicamente:
Algo que creer: (¿Qué enseña el pasaje acerca de Dios y sus actividades? ¿acerca de la vida con él? ¿Acerca de la vida sin el?)
Algo por lo cual alabar a Dios: (¿Por qué cosas puedes agradecer a Dios?)
Algo que enmendar: (¿Qué actitudes personales tienes que cambiar? ¿Qué pecados deben ser confesados? ¿Qué relaciones personales deben mejorar?)
Algo que pedir a Dios: (¿Qué necesidades tuyas o de otros Dios puede y quiere satisfacer, según lo muestra el pasaje?)
Algo que planear y por lo cual orar: (¿Qué acción práctica debes emprender? ¿Cuál es el primer paso?)

4.    FORMATO DE ENSEÑANZA (30 – 40 minutos)

·         Saludo y oración – Cuando vayas a enseñar no olvides en saludar a las personas que van a escucharte y orar para que el Señor pueda usarte y las personas que te están escuchando salgan bendecidas.
·         Introducción – Debe ser breve. Sirve para levantar el interés sobre lo que vas a enseñar. Puede ser simplemente el título del estudio o el tema que vas a tratar, o un versículo clave para la enseñanza, una ilustración, una pregunta…
·         Lectura del pasaje – Lee el pasaje principal sobre el que vas a enseñar de forma clara, haciendo énfasis en las palabras clave para tu estudio. Si es muy largo, decide de antemano qué partes leer o cómo hacerlo de forma interesante.
·         Antecedentes (si es necesario) – Para algunos temas a veces es necesario poner a la audiencia al día sobre el contexto histórico o sobre personajes o sucesos que sirven para una mejor comprensión del pasaje.
·         Cuerpo de la enseñanza – Este es el momento de explicar lo que has aprendido de tu estudio personal del pasaje. Marca la idea principal y las ideas secundarias, puedes dividirlo en partes (generalmente tres) para que sea más fácil de enseñar y de entender. También debes incluir las aplicaciones del texto.
·         Conclusión – Puedes hacer un pequeño resumen de los puntos del estudio, pero debes ser breve. Es bueno agradecer a la audiencia por haberte escuchado y por darte la oportunidad de tener la enseñanza. Termina en oración.

5.    TIPS

·         Las personas se identificarán contigo y aprovecharán más la enseñanza si muestras que tú también estás aprendiendo y que las lecciones también sirven para tu vida. Usa, por tanto, los pronombres “yo” o “nosotras” en lugar de “tú” o “ustedes”.
·         Mantén el contacto visual con toda la audiencia, no centres tu mirada en una o dos personas
·         Habla en un tono de voz adecuado, lo suficientemente alto como para que te escuchen las personas que están atrás. Haz variaciones de tono para que no sea algo monótono.
·         Cuida tu postura y no abuses de los gestos. Evita beber a no ser que sea estrictamente necesario
·         Vístete de forma adecuada, pero no exagerada. Que tu apariencia no distraiga a la audiencia.
·         A la hora de preparar el estudio, ten en mente que puede que te escuchen personas inconversas. No utilices “jerga cristiana” y deja siempre un espacio para la predicación del evangelio.
·         Si te pierdes en medio de la enseñanza es mejor que sigas hacia delante en lugar de tratar de retroceder y “arreglar” lo que estabas diciendo.
·         Usa ilustraciones para aclarar puntos confusos
·         Si utilizas términos técnicos, asegúrate de explicarlos inmediatamente.
·         Sé tú misma, cada persona tiene un estilo diferente de enseñar.
·         Sonríe, usa el humor  y capta la atención de la audiencia
·         Siempre apoya lo que dices con versículos y busca directamente de la Biblia.
·         No uses demasiado material, mejor pocos puntos bien explicados que demasiados.
·         No te excuses por tu falta de experiencia o de conocimiento, eso te quita autoridad ante la audiencia.
·         Busca la ayuda de otra mujer que tenga más experiencia en la enseñanza para que te ayude y te aconseje.

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