¡Detén la locura de las mañanas!
Son
las 4:50 de la mañana.
Mi
alarma suena. Tengo tiempo para tomar dos o tres tazas de te (estoy dejando el
café, aunque suelo necesitarlo al final de la semana), hacer mi
devocional y prender la computadora para publicar en el blog, entrar los
grupos de estudio de GMG espaÑol y chequear el email. Mi esposo se va a
trabajar.
Son las 6:50 de la mañana.
Empiezo a correeeeeeeeeeeeeeeer para despertar a mis dos hijos
mayores, hacer el desayuno, bañarlos, plancharles el uniforme, hacer que se
cepillen los dientes, coman, se vistan, agarren sus mochilas y estén listos
para llevarlos al kínder.... Por supuesto, todo esto mientras mi bebé se
despierta, pide su tetero, levanta las manos para que lo cargue, da gritos para
terminar de despertar a sus hermanos porque no lo cargo, se quita el pijama y
el pañal (no preguntes), intenta agarrar
la plancha caliente, tira al piso el tetero que no se quiso tomar, deshace la
cama que acabo de tender, le esconde los zapatos a los niños y tira alguna
media a la poceta del baño.
Son
las 7.50 de la mañana.
Papá
viene a buscar a los niños. Yennixon y Nahiara van al kínder. Markel se vuelve
a quedar dormido.
Paz.
Y
así seguimos de lunes a viernes con nuestra “rutina” matutina.
Aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
¿Cómo
será eso de comenzar el día sin estrés, sin correr de aquí para allá, sin
gritar, sin apurar a nadie? Pues... no lo sé. Espero contártelo próximamente.
De momento, te dejo estas “14 formas de detener la locura matutina”
que leí en www.imom.com
Crea un buen ambiente
1.
Despierta a tus hijos con un beso y un abrazo o, al menos, con un cálido
“Buenos días”.
2.
Intenta no sonar como un sargento desde el principio. Reserva ese tono para el
momento en que tengan que montarse en el carro.
3.
Pon música animada mientras todos se alistan. No música alta ni intensa, sólo
divertida y animada.
4.
Aliéntalos todo el tiempo “¡Buen trabajo, equipo!” “¡Lo están haciendo muy bien
hoy!” “¡Qué bien doblaron sus pijamas!” “¡Gracias por tender la cama, buen
trabajo!”
Merece la pena preparar con antelación.
5.
Ten listas las cosas que tú tienes que hacer – el desayuno, las loncheras, el
carro... - alístate para salir antes que ellos se despierten. Si tú y lo que te
toca hacer a ti está listo, puedes ayudar a tus hijos en caso de que lo
necesiten o si surge alguna crisis.
6.
Junta todo lo necesario la noche anterior – pon las medias y los zapatos en un
sitio, saca la ropa, los accesorios para el cabello...
Los niños pueden hacer más.
7.
Si son lo suficientemente mayores, deja que ellos pongan la alarma y se
despierten por su cuenta.
8.
Haz una lista de lo que deben hacer por las mañanas y ponla en un lugar visible
para que ellos puedan ir chequeando lo que les falta por hacer aún.
9.
Habitúalos a tener preparadas sus mochilas con sus libros, cuaderno, tareas y
todos sus útiles listos desde la noche anterior.
Secretos para las mañanas
10.
Adelanta los relojes de la casa 5 minutos. Aunque todos sepan que están
adelantados, les ayuda a moverse más rápido.
11.
Ve dando advertencias sobre el tiempo que les queda “¡Nos quedan 10 minutos
para salir!” “¡Nos quedan 5 minutos!”.
12.
Sorprende a tus hijos de vez en cuando con pequeñas recompensas por haber hecho
las cosas a tiempo. Por ejemplo, una nota en su lonchera o una merienda
especial cuando regresen de la escuela.
13.
Deja que ellos te escuchen hablar con tu esposo o con alguna otra persona sobre
lo bien que lo hicieron esa mañana.
14.
Despiértate lo suficientemente temprano como para tener tu tiempo devocional y
comenzar el día con la perspectiva correcta.
¿Qué
te parece? ¿Vas a intentar alguna de estas cosas? ¡Yo sí! Ya he anotado algunas
que creo que pueden funcionar con mis hijos (¡y conmigo!).
¿Tienes
alguna otra idea? ¿Cuáles son tus trucos para evitar la locura por las
mañanas? Por favor, compártelos con
nosotras aquí.
Edurne
Que buenas recomendaciones Edurne, yo siguo algunas en este momento q tengo una beba de preescolar nada más y que mi esposo sale tres veces por semana a trabajar temprano.
ResponderEliminarEl bebé se queda en casa durmiendo mientras llevo a la nena al colegio y generalmente me da tiempo de hacer mi devocional cuando regreso y antes de que él se levante.
En la noche dejo adelantado casi todo: desayuno, merienda; uniforme, mi ropa, el bulto del colegio, nota para la maestra y adornos del cabello de mi nena, jeje
Joanna! Qué bueno que puedas tener mañanas un poco más "relajadas" jajaja Los míos son automáticos, en cuanto se despierta uno se despiertan todos!!! Ay el cabello... otra lucha jajaja Saludos!!! =)
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