Nunca te negaré
Entonces, vuelto el
Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había
dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y Pedro, saliendo
fuera, lloró amargamente. Lucas 22:61-62
Pedro negó al Señor tres
veces.
Pedro, aquél que dijo
que nunca negaría a Jesús aunque todos lo demás no hicieran (Marcos 14:29)
Y estoy segura de que
todas hemos juzgado a Pedro en el momento en el que niega a Jesús ¿¡Cómo puede
hacerlo?! ¡¿Acaso no ha estado todo este tiempo con Jesús, viendo en primera
fila que realmente era el Hijo de Dios?!
Pero... ¿No somos
como Pedro muchas veces?
Negamos a Jesús
cuando somos orgullosas. Lo negamos cuando nos negamos a mostrar misericordia y
perdonar a aquellos que nos ofenden. Lo negamos al no mantener lo que la
Palabra de Dios dice sobre el matrimonio. Lo negamos cuando queremos tomar
revancha de aquellos que nos hieren en lugar de amarlos. Lo negamos cuando nos
aseguramos de que todos sepan lo generosos que somos con los pobres. Lo negamos
cuando oramos con elocuencia para impresionar a otros. Cuando juzgamos a los
hermanos. Cuando sabemos lo que tenemos que hacer y no lo hacemos (Santiago
5:17). Cuando murmuramos, chismeamos, ponemos a otros por los suelos. Cuando
nos preocupamos y no confiamos. Cuando dudamos y no creemos.
Básicamente, lo
negamos cada vez que tomamos la decisión de escoger nuestra forma de hacer las
cosas en lugar de escoger la de Dios. Cada vez que pensamos que Dios se está
equivocando en Su trato con nosotras... negamos a Jesús.
Nuestra negación es
mucho más sutil que la de Pedro, ¡oh sí! Pero no por eso deja de ser negación.
¿Te imaginas esa
mirada? Me entran escalofríos sólo de imaginarme la escena. No porque crea que
Jesús lo miró con rencor, odio o dolor. Al contrario, imagino la mirada
amorosa, perdonadora, misericordiosa de Jesús en un Pedro afligido y lleno de
remordimiento. Tras esa mirada de Jesús, lo único que Pedro pudo hacer fue
llorar...
...llorar
amargamente.
¿Está Jesús
dirigiéndote una mirada así hoy? Deja que el Señor te corrija donde haga
falta por medio de Su Palabra.
2 Timoteo 3:16-17
Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Hebreos 4:12
Porque
la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos
filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Podemos aprender
varias cosas de esta historia en la vida de Pedro:
1. Todos fallamos. Yo
fallo. Tú fallas. Es por eso que necesitamos la sangre preciosa de Jesús para
limpiarnos.
2. El amor de Dios no depende de
que seas perfecta. En realidad, Su perdón depende de nuestros fallos.
Necesitamos perdón todos los días, todo el día. El amor de Dios depende
solamente de El. Dios es amor. El nos ama con amor eterno, perfecto. A pesar de
nuestros fallos, pecados o negaciones... Dios nos ama.
3. Aprende de tus errores.
Arrepiéntete. Crece. Sigue adelante. Deja que Dios te corrija y te vuelva a
poner en el camino correcto.
4. Deshazte de la culpa.
¿Fallaste? Déjalo atrás. No caigas en la trampa de condenación y culpa del enemigo. Proverbios 24:16 dice: “Porque
siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse”. Si te caes, levántate. Hazlo
todas las veces que haga falta.
Dios tenía grandes
cosas para Pedro después de este momento y lo usó para Su gloria de muchas
maneras. Dios nos va a seguir usando a pesar de nuestros fallos. Thomas Edison
dijo:
“Muchos de los
fallos de la vida son de personas que no se dieron cuenta de lo cerca que
estuvieron de tener éxito cuando se rindieron”
De la manera en la
que hayas fallado, sea lo que sea lo que has hecho, hayas negado a Jesús a lo
grande o sutilmente... no te rindas. Aprende esta lección de la vida de Pedro y
sigue adelante.
Edurne
Hermoso Edurne me da mucho aliento al leerlo.
ResponderEliminarDios te bendiga!
Me alegro Vero, un beso!! =)
EliminarQue libertad encuentro en tus palabras y en la palabra de Dios! Gracias Edurne eres una gran bendición para mi vida. Besos desde mi bella Guatemala.
ResponderEliminarAmén! Gloria a Dios por eso. Un abrazo y bendiciones! :)
EliminarAmén mucha veses lo negamos como Pedro y también lloramos amargamente..
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