5. Verdades y mentiras






Verdad: Cosa cierta, auténtica, real.

Mentira: Declaración intencionalmente falsa.

Por favor, vuelve a leer la definición de mentira y presta atención a la palabra “intencionalmente”. En la mentira hay intención. Hay voluntad de esconder la verdad. Hay énfasis en hacernos desconocer la realidad. Hay mala voluntad, deseo de que tengamos una venda en los ojos y sólo podamos ver las cosas y las personas de forma distorsionada. La mentira es un arma muy poderosa usada constantemente en tu contra.

Juan 8:44

Vosotros sois de vuestro padre el diablo,  y los deseos de vuestro padre queréis hacer.  El ha sido homicida desde el principio,  y no ha permanecido en la verdad,  porque no hay verdad en él.  Cuando habla mentira,  de suyo habla;  porque es mentiroso,  y padre de mentira.”

2 Corintios 11:14

“Y no es maravilla,  porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.”

Conocemos de sobra las fuentes que Satanás utiliza para llenarnos de mentira: la televisión, el internet, la música, libros, revistas… La sociedad actual se ha encargado de alejarse a pasos agigantados de lo que realmente es importante, de lo que es correcto, de los valores fundamentados en la Palabra de Dios, que, dicho sea de paso, es la única fuente verdadera en la que podamos volcarnos y en la que podemos encontrar información fidedigna que nos explica cómo vivir nuestra vida bien, no sólo cómo sobrevivir.

Todas las demás fuentes, por el contrario, nos han bombardeado con mentiras arraigando en nuestra mente pensamientos como estos:

-         Soy demasiado gorda/delgada/alta/baja/fea/guapa/tonta/lista/vieja/joven para…
-         No siento que nadie me aprecie o me quiera
-         No merezco ser tratada bien ni con respecto
-         Dios nunca podrá perdonarme
-         No valgo nada
-         No puedo cambiar
-         Nunca voy a ser aceptada
-         Soy incapaz de hacer algo productivo
-         Tener una carrera fuera del hogar es muchísimo más importante que ser esposa o madre.
-         No sé estar sola
-         Nadie me entiende
-         Soy producto de mis circunstancias
-         Dios no me ama
-         Sólo será esta vez
-         Nadie se va a enterar
-         No me merezco que me pase todo esto
-         No lo intento porque voy a fracasar
-         Soy la única que estoy pasando por esto

Y podría seguir y seguir y seguir hasta llenar hojas y hojas con mentiras que muchas de nosotras creemos o hemos creído y que determinan la manera en la que nos vemos a nosotras mismas y vemos el mundo a nuestro alrededor. El no saber diferenciar qué cosas son verdad y qué cosas son mentira nos afecta hasta el punto de dejarnos atadas de pies y manos, como analfabetas emocionales, incapaces de amarnos a nosotras mismas, a otros y a Dios. Y cuando estamos en esa posición, Satanás está en una esquina muerto de la risa y pensando “otra más ¡a por la siguiente!”

Filipenses 4:8

Por lo demás,  hermanos,  todo lo que es verdadero,  todo lo honesto,  todo lo justo,  todo lo puro,  todo lo amable,  todo lo que es de buen nombre;  si hay virtud alguna,  si algo digno de alabanza,  en esto pensad.”



La mentira se combate con la verdad.

Satanás fue, es y será vencido con la Palabra de Dios.

Mateo 4:1-11

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto,  para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches,  tuvo hambre. Y vino a él el tentador,  y le dijo: Si eres Hijo de Dios,  di que estas piedras se conviertan en pan.
Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre,  sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad,  y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios,  échate abajo;  porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti,  y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.
Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto,  y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré,  si postrado me adorares.
Entonces Jesús le dijo: Vete,  Satanás,  porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás,  y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó;  y he aquí vinieron ángeles y le servían.

Tres veces tienta Satanás a Jesús, tres veces el Señor le responde con la Palabra de Dios.
-         Le ofreció pan cuando tenía hambre – Jesús citó Deuteronomio 8:3
-         Puso en duda Su divinidad – Jesús citó Deuteronomio 6:16
-         Intentó que diera la espalda a Dios y lo adorara a él – Jesús citó Deuteronomio 6:13
Escrito está, escrito están escrito está.
Fíjate también en que Satanás conoce la Escritura y la usa para confundir y engañar. Él citó el Salmo 91:11-12, pero no lo hizo correctamente, ya que omitió una frase que no cuadraba bien con el objetivo que perseguía. ¿Te das cuenta de cómo actúa el engañador, el padre de mentira?

Para poder resistir a Satanás y sus mentiras, es imprescindible:

-         Orar para que Dios nos ayude a diferenciar qué cosas son verdad y qué cosas son mentira.
-         Leer  y estudiar la Biblia. La Palabra de Dios es nuestro código de conducta y nuestra referencia. Debemos conocerla para poder utilizarla y aplicarla.
-         Memorizar versículos con los que podamos confrontar al enemigo. Toda mentira va a ser revelada a la luz de la Palabra de Dios. Toda.

Tenemos que aprender a reconocer las mentiras de Satanás y sustituirlas por la verdad de Dios.
Juan 8:31-32

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra,  seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad,  y la verdad os hará libres.




Libres de Satanás, libres de culpa, libres de crítica, de menosprecio, de no amarnos a nosotras mismas, de sentirnos indignas, no merecedoras de disfrutar la vida abundante, de vivir a plenitud la relación con los demás.

Una de las fuentes preferidas de Satanás para llenar nuestra mente de mentiras son las personas. Los prejuicios, los juicios de valor apresurados, el hablar sin conocer, el chisme, el desprecio gratuito, la crítica destructiva hacen muchas veces que nos veamos como no somos, que pensemos cosas negativas de nosotras mismas, que no nos valoremos, que no intentemos alcanzar nuestros sueños o compartir cómo somos realmente con los demás porque nos ha sido robada la seguridad en nosotras mismas y en que tenemos cosas maravillosas para ofrecer a los demás y para contribuir a la sociedad en formas variadas y productivas.

¿Cómo lidiar con la crítica destructiva?

1.      Rodéate de personas que sabes que de verdad te quieren y te aprecian. En lo que a amigos se refiere, es mejor la calidad que la cantidad.
2.      Apaga todas las voces destructivas a tu alrededor. ¿Te dolió un comentario? Intenta hablar con la persona que lo dijo para averiguar por qué dijo eso de ti.
3.      Filtra todo lo que escuches. Habrá críticas que quizás no te guste escuchar, pero que están basadas en la realidad, así sea remotamente. Toma acción, cambia lo que tengas que cambiar. Todas las demás, olvídalas. Déjalas ir. No cometas el error de darle más vueltas. Ocúpate en otra cosa, mantente activa, pídele a Dios que te ayude a olvidar.
4.      Ora por aquellas personas que te difaman. Esa es la parte más difícil, pero la que verdaderamente nos libera y nos ayuda a seguir adelante. (Lucas 6:26-36)
5.      Entiende que no le vas a caer bien a todo el mundo, que no vas a poder complacer a todos al mismo tiempo y que, desgraciadamente, siempre hay personas ociosas a nuestro alrededor que van a hablar por hablar. Aprende a reconocer a esas personas y evitarlas.

Por favor, no minimices el efecto que las mentiras, grandes, pequeñas, “blancas”, medias verdades… tienen en ti, en la forma en la que te ves y te consideras a ti misma y en la forma en la que te relacionas con los demás y con Dios. Sólo relaciones basadas en la verdad prosperan, se fortalecen y hacen que encuentres tu valor real, ese valor que tu alma sabe que tienes, pero que tanta mentira evita que recuerdes. Satanás es tu enemigo y va a intentar por todos los medios destruirte con mentiras de todo tipo. No se lo permitas.

Ponlo en Práctica


1. Toma un tiempo en oración y haz una lista extensiva de mentiras que tú misma te dices o que otros dicen de ti. Busca versículos en la Biblia con los que puedas derribar esas mentiras.
Pueden ser mentiras sobre:
- tu pasado: cosas que no puedes cambiar, cosas de las que fuiste responsable, pecados…
- tu presente: no llegar a los estándares que la sociedad impone, tener sentimientos depresivos o destructivos sobre ti misma u otras personas, sentimientos o impresiones que puedas tener o cosas que otros digan de ti, inseguridades...
- tu futuro: incertidumbre, miedos o temores de lo que va a pasar, planes a largo plazo que pueden darse o no, hipótesis…
Hay un libro de Nancy Leigh de Moss llamado Mentiras que las mujeres creen y la verdad que las hace libres que trata en profundidad este tema. Si lo puedes conseguir, te lo recomiendo.

2. Sigamos hablando sobre la verdad. Busca estos versículos bíblicos y estudia lo que dicen acerca de la verdad:
Salmo 25:5
Salmo 43:3
Salmo 119:86
Daniel 4:37
Zacarías 8:16
Juan 1:14
Juan 14:6
Romanos 1:24-15
1 Corintios 13:8
2 Corintios 13.8

Memoriza al menos uno de ellos.

3. ¿Qué comentarios sobre ti misma o sobre tu familia te molestan, te perturban o consideras que son falsos? Siéntate un momento y analízalos cuidadosamente ¿Hay algo, así sea mínimo, de verdad en ellos? ¿Hay algo que debas cambiar/mejorar/abandonar? ¿Hay algo positivo que sacar de esos comentarios aunque sean dolorosos?

4. ¿Conoces la Biblia lo suficiente como para no dejarte engañar por Satanás? Anota qué cosas puedes hacer para que tu conocimiento de la Escritura sea mayor y más profundo. Decide cuándo vas a comenzar a hacerlo y qué vas a implementar en primer lugar. Haz un compromiso con Dios y contigo misma. Pídele a otros a tu alrededor que te apoyen en oración y que te ayuden a cumplir con tu compromiso.


Tú tienes en tu mano las herramientas para despojar a Satanás y a sus mentiras de todo su poder sobre ti. En verdad puedes hacerlo. Debes estar dispuesta a estudiar y conocer la Palabra para cambiarlas por la Verdad de Dios. ¿Qué mentiras estás creyendo? ¿De qué fuentes vienen esas mentiras? ¿Vas a decidirte hoy a dar un paso adelante y tomar todas las medidas necesarias para poder distinguir la verdad de la mentira?

Contenta en Su servicio,

Edurne

Comentarios

  1. Saludos, Dios le bendiga. Dónde puedo ver los temas de Reconecta del 1-4? Gracias.

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