El Dios de la creación
Romanos 1:20
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la
creación del mundo, siendo entendidas por
medio de las cosas hechas, de modo que
no tienen excusa.”
La creación viva revela la gloria y el
poder de Dios. Cuando el mundo y nuestra propia vida parecen escaparse de
nuestro control, Dios se asegura de darnos evidencia de que Él está ahí, de que
Él es el mismo, de que Él se ha hecho siempre visible a través de Su Creación.
Salmo 19:1-4
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el
firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra
noche declara sabiduría.
No hay lenguaje,
ni palabras, Ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo
del mundo sus palabras.”
Abre
los ojos y mira a tu alrededor. Ahí está Dios. Al ver Su creación vemos al Dios
viviente.
Están
siendo tiempos duros para mí y mi familia, tiempos en los que lo único que te
apetece hacer es tirar la toalla y bajar los brazos. Pero mi Biblia dice que si
aparto mi mirada de mí misma, de mis circunstancias particulares y temporales
tan solo por un momento, y pongo atención a cada detalle de Su creación, el
poder de Dios se revelará ante mis ojos.
Y lo
creo ¡Oh sí lo creo! Necesito creerlo, necesito ver Su mano, Su obra de amor,
necesito ver Su poder en acción.
Él está en el amanecer cada mañana y en la luna plateada cada noche.
El
está en la brisa suave y en el viento impetuoso.
Él
está en cada estrella, en cada nube.
Él
está en cada árbol, en cada flor, en cada brizna de hierba.
Él
está en cada canto de ave, en cada hormiga de tu jardín.
Él
está en cada gota de lluvia, en cada arroyo, en cada ola del mar.
Él
está en el arco iris después de la tormenta.
Él te
ha esculpido en la palma de Su mano (Isaías 49:16), conoce tu nombre, conoce tu
vida, sabe perfectamente qué te está sucediendo en este momento.
Cuando
vemos a Dios a través de Su creación, Él se revela dándonos paz. Somos
inspiradas a alabarle por la belleza de
Su obra, por Su atención al detalle, por la vida que fluye a nuestro alrededor.
La
próxima vez que estés sobrepasada por tus circunstancias, agotada, con un peso
demasiado grande sobre tus hombros, insegura sobre si Dios está a tu lado o no,
levanta tus ojos y mira la Creación de Dios. Extiende tu mano y desliza tus
manos sobre el mensaje de amor que Dios ha hecho para ti. Céntrate en Aquel que
creó el universo y siente Su paz.
No tienes que mirar muy lejos. Ahí está.
Contenta
en Su servicio,
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