Protege tu matrimonio






Las cosas de valor son protegidas contra cualquier peligro que pueda acecharlas. Aseguramos nuestras casas y nuestros carros contra accidentes, robos, incendios… Guardamos las joyas en cajas de seguridad, ponemos los libros antiguos y la vajilla cara en vitrinas… Pero, ¿Hacemos lo mismo con nuestros matrimonios? ¿Nos tomamos el mismo esfuerzo en proteger y asegurar nuestra relación de pareja?

Incluso cuando las cosas van bien dentro de nuestra relación con nuestro esposo, es sabio tomar ciertas precauciones. Si bien cada matrimonio tiene circunstancias y desafíos diferentes, hay cosas comunes que podemos tener en cuenta para protegerlo de enemigos externos… e internos.

Protege tu matrimonio a través de su tiempo diario con Dios

Nuestro tiempo personal con Dios es esencial para nuestra vida espiritual e impacta enormemente en nuestra relación de pareja. No solo deberíamos dar prioridad a nuestro tiempo personal con Dios, sino también a nuestro tiempo conjunto con Él. Un matrimonio se fortalece al meditar juntos en la Palabra de Dios y también se fortalece al orar el uno por el otro y orar juntos de manera constante.

Protege tu matrimonio poniendo barreras en su relación con otros hombres o mujeres

Durante todos estos años hemos mantenido la costumbre de evitar estar a solas con otros hombres o mujeres. Por supuesto, ha habido numerosas excepciones a esto, con personas de nuestra entera confianza y amigos de ambos. Pero, en general, es una barrera que hemos intentado mantener.
También hemos puesto barreras en internet, especialmente en Facebook. Yo conozco todas las claves de mi esposo y mi esposo conoce todas mis claves de internet. La computadora está en la sala de estar, en un sitio en el que cualquiera puede ver la pantalla. Mi esposo usa mi celular y yo utilizo el suyo también con normalidad. Si hay algo en lo que mi esposo no puede participar, pues tampoco yo lo hago.

Protege tu matrimonio pasando tiempo de calidad el uno con el otro

Una de las mejores maneras por medio de las cuales podemos prevenir la infidelidad, la rutina o el agotamiento del matrimonio es pasando tiempo de calidad con nuestra pareja y supliendo las necesidades emocionales, físicas y afectivas el uno del otro.
En mi caso personal, mi esposo y yo somos tan distintos y tenemos gustos tan diferentes, que tenemos que hacer un esfuerzo grande para encontrar ocasiones en las que podamos pasar tiempo de calidad haciendo cosas que nos agraden y nos llenen a ambos. Y, en estos años, también hemos aprendido a ceder en las cosas que no nos emocionan demasiado pero que al otro le agradan. Todo es cuestión de voluntad y de ser intencionales a la hora de buscar esos tiempos especiales.


Protege tu matrimonio no hablando mal de la otra persona

A veces nos desahogamos con otras personas de los problemas que surgen dentro del matrimonio. Yo tengo una muy buena amiga y compañera de oración con la que reconozco que he hablado de más sobre mi esposo. Hay que separar muy bien lo que son motivos de oración y situaciones que se puedan compartir con otras personas de confianza y lo que son puras quejas y desahogos que no llevan a nada productivo.


Protege tu matrimonio  a través de la comunicación fluida

A veces nuestros horarios son complicados y nos falta el tiempo material para hablar largo y tendido con nuestra pareja. Pero, de nuevo, es una cuestión de buscar el momento para charlar sobre el día, sobre cómo nos sentimos, problemas que hayan surgido, hablar de los niños, compartir sueños, hacer planes para el futuro… ¡De todo! Dejemos siempre abiertos los canales de comunicación en la pareja. 


¿De qué otras formas proteges tu relación matrimonial?


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Edurne




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