Un hogar que da vida
La semana pasada estuvimos
enfermos en casa. Mi esposo estaba de viaje y yo deliraba de fiebre.
Literalmente. Tenía escalofríos incontrolables, palpitaciones y rondaba por la
casa sin saber muy bien lo que hacía.
Cuando mi esposo no
está los niños suelen dormir conmigo. Estaban los tres en mi cama y llegó un momento
en el que me senté a los pies de la cama y comencé a orar y a llorar.
Ahí estaba yo, pensando
en qué pasaría si me moría en ese momento, con mis hijos tan pequeños. Lo único
en lo que podía pensar era en qué recordarían de mí…
…y no conseguía pensar
en nada significativo que ellos pudieran recordar.
Ok, recuerda que estaba
delirando de fiebre, ¿sí?
Justo estoy leyendo The life giving home (El hogar que da
vida) escrito por Sally Clarkson y su hija Sarah. El año pasado tuve el honor de conocer a Sally en
persona durante el intensivo de Ama a Dios Grandemente que hicimos en Dallas,
Texas. Durante tres días estuvo llenando nuestro corazón con mucha Palabra de
Dios y muchos consejos en cuanto a nuestras prioridades y nuestro ministerio
dentro del hogar.
Y, después de haberla
conocido un poquito, el libro es muy como ella, muy de velas, té, largas
conversaciones y dejar un legado en la vida de otros.
Sin embargo, el libro a
veces me deprime un poco. Sally y su familia tienen cientos de tradiciones que
hacen continuamente y que involucran desde celebraciones de cumpleaños a desayunos
especiales, noches de chicas y chicos, cenas fuera, vajilla fina, flores en la
mesa, tés en la mecedora del porche…
O sea, muchas cosas
que, aunque quisiera, no podría hacer. No puedo ir a restaurantes, ni pedir
pizza los viernes. Mi vajilla es de plástico y las velas… para cuando se va la
luz de noche exclusivamente, que hasta eso escasea. Si salgo al porche a ver el
atardecer, estaré con mil ojos viendo quién pasa y si dejo una mecedora fuera…
a la mañana siguiente te aseguro que se la habrán robado.
Pero eso no quita para
que pueda esforzarme un poco más de lo que estoy haciendo en dejar un legado de
amor a Cristo y de amor a otros en mi familia.
Porque, ¿sabes cuál es
mi problema?
La consistencia.
Tengo ideas más o menos
geniales todo el tiempo y hago listas y horarios todo el tiempo para motivarme…
pero no siempre funciona.
La semana pasada
compartía en Dulce Fragancia una rutina para las vacaciones que quiero hacer
con mis hijos. Y la estoy cumpliendo a duras penas. ¿Completa? Un par de días,
soy completamente sincera contigo. Lo único que ningún día hemos dejado de
hacer es leer e intentar memorizar el versículo por las noches. Con esa sí que
se han enganchado bien (y yo también).
Hay días en los que
tengo demasiado que hacer, días en los que mis hijos no están de humor, en los
que van a casa de algún amiguito… o días en los que simplemente se me
olvida.
¿Moraleja?
Debo ser consistente.
Convertir los momentos
en tradiciones.
Esforzarme en crear un
legado que mis hijos puedan recordar.
Creo que, aunque haya
temporadas en las que esas rutinas e intentos de tradiciones no funcionen del
todo, tener un plan siempre nos ayudará a ir viendo qué cosas funcionan y qué
cosas no.
“Hoy es el día de invertir en la vida de aquellos que amamos, quizás no haya otro momento. Consecuentemente, me he comprometido a expresar mi amor, a tomar la iniciativa de dejar saber a mi familia y a mis amigos que significan mucho para mí y que han hecho una gran diferencia en mi vida. Quiero asegurarme de que comprenden sin ninguna sombra de duda, lo valiosos que son para mí. Quiero hacer esto de manera práctica, con mis acciones y con mis palabras.” – Sally Clarkson, The lifegiving home
Hoy es el día de
invertir en la vida de aquellos que amamos.
Eso supone tiempo. Eso
supone esfuerzo y eso supone prioridades. Supone decir que no a otras cosas
para decir que sí a las personas que más importan en nuestra vida. Porque no
tenemos los días contados. Porque no sabemos qué día será el último. Porque nunca
es tarde para dejar un legado de amor entre nuestra familia y amigos.
Supone también sacar
los ojos de la pantalla. Dejar a un lado la “comunidad virtual” en la que tan
cómodas nos sentimos porque podemos exponer solo lo lindo de nosotras mismas y
dedicar atención y tiempo a personas reales, a los que ven nuestros momentos
buenos de foto en Instagram y nuestros momentos malos de “ni se te ocurra
publicar esa foto”.
Proverbios
24:3-4
“Con sabiduría se edificará la
casa,
Y con prudencia se afirmará;
Y con ciencia se llenarán las
cámaras
De todo bien preciado y
agradable.”
Sabiduría. Prudencia.
Ciencia. Elementos para edificar una casa, un hogar, una familia.
Un legado.
¿Alguna vez te has
hecho esa pregunta? ¿Qué recordarán tus hijos cuando te hayas ido? ¿Te animas a
compartir?
Contenta
en Su servicio,
Edurne
Si lees inglés, te
recomiendo el libro de Sally y Sarah Clarkson, The lifegiving home, está disponible en Amazon. Y también su sitio web, en el que aportan cientos de ideas para crear un hogar que da vida.
_____________________________________
Dios te bendiga. Gracias por ese mensaje. Yo tambien me habia hecho esa pregunta y sentia que no habia respuesta alguna. Soy madre de cinco hijos y la verdad es que la rutina te gana y olvidas que cada momento sera una memoria.
ResponderEliminarBendiciones
sí! debemos ser conscientes de eso. Gracias por compartir!! :)
EliminarHermanas!
ResponderEliminarSuper interesante! Me da ganas de adquirir el libro, pero no leo en ingles :((
A veces me pasa, la rutina y la monotonia se apoderan de mi!!
Que cosas hacen con sus hijos en casa?? Me pueden dar algunas ideas....
Edurne, podrias hacer una serie en espanol con este libro??
ResponderEliminarSé que Sally justo acaba de lanzar una nueva página y una de las cosas nuevas que tiene es que sus artículos estarán traducidos al español. Déjame ver si consigo algunos recursos traducidos Karen y, si no, te busco alguno ;)
Eliminaroh bella Edu! :'( Muchas gracias!!!! Si se puede solo hay que esforzarnos y ser constantes, Dios me ayude!
ResponderEliminarUn beso enorme Rachel!! :)
EliminarQue bonito mensaje. Espero que ya estes mejor de salud. Me gusta mucho e inspira :)
ResponderEliminarQue bonito mensaje. Espero que ya estes mejor de salud. Me gusta mucho e inspira :)
ResponderEliminarHola Raquel! Sí, estamos mejor gracias!! nos está costando salir de esta pero bueno, poco a poco. Besos!!
EliminarHola a todos, me animo a compartir por que sé que el hogar es algo muy importante y que a veces se torna un tanto difícil; bueno empiezo contando lo que recuerdo de pequeña que hacia mi mamá, las cosas más significativas, por ejemplo que aunque eramos muy pobres cuando había oportunidad me empacaba lonchera para la escuela, me encantaba en la hora del descanso abrir mi lonchera y oler en ella a mi mamá jeje, bueno no siempre se pueden hacer lo que uno quisiera, pero lo que creo que queda en nuestros hijos es nuestra dedicación diaria a ellos, la calidad de amor que le damos en cada cosa que hacemos por ellos, sea mucho o poco, si no tenemos para ir a restaurantes pues eso no nos debe detener para compartir un día cualquiera una película en casa y hacer crispetas, o una torta, celebrarles sus cumpleaños así sea de lo más sencillo pero que ellos recuerden la unidad familiar y que son muy importantes en nuestra vida, yo tengo dos niñas y me dedico a ellas todos los días, ellas recordaran de mi, más que las cosas materiales recordaran que estuve con ellas y para ellas. Dios me ha ayudado en todo este proceso de ser mamá, le pido cada día sabiduría para criarlas en su camino, y me ha dado muchos talentos entre ellos que soy una mamá cocinera, es decir me encanta hacerles cosas ricas y saludables claro jeje, también se coser un poco entonces yo misma les hago los disfraces, o las muñecas, cobijitas de retasos y así.
ResponderEliminarTodas hemos pasado por ese momento de duda si estamos haciendo bien está linda labor de ser madres, pero no olvidemos que también fuimos hijos de una madre ¿cuales son los recuerdos más lindos que nos dejo nuestra mamá? así mismo serán nuestros hijos al recordarnos, sí quien dice que no es agradable viajar y quien no quisiera tener mucho dinero para darles de todo a los hijos, pero a la final eso no lo es todo, bien por los que pueden, pero con lo poquito también se puede dar felicidad...Dios los bendiga.
¡Muchas gracias por compartir! Sin duda es el tiempo y el amor invertido, los detalles que marcan la diferencia. Y, totalmente de acuerdo, con poquito también se puede dar felicidad. Bendiciones!!
EliminarLa verdad es que me siento muy identificada contigo Edurne. Yo también hago muchos planes, tengo buenas ideas para enseñar a mis hijos, organizo el horario para poder cumplir con todo, etc., sin embargo duro poco, y no es que me desmotive sino que parece que el día tiene alguna excusa para agotarme las fuerzas. Tengo dos niños, uno de 4 y otra de 2 y las vacaciones las estoy llevando a duras penas. Aun me queda un mes hasta que empiecen las clases y no sé cómo me las apañaré. Esos niños tienen mucha energía. Gracias por publicar estos artículos, y gracias a Dios por sentirme identificada contigo.
ResponderEliminarLa verdad es que me siento muy identificada contigo Edurne. Yo también hago muchos planes, tengo buenas ideas para enseñar a mis hijos, organizo el horario para poder cumplir con todo, etc., sin embargo duro poco, y no es que me desmotive sino que parece que el día tiene alguna excusa para agotarme las fuerzas. Tengo dos niños, uno de 4 y otra de 2 y las vacaciones las estoy llevando a duras penas. Aun me queda un mes hasta que empiecen las clases y no sé cómo me las apañaré. Esos niños tienen mucha energía. Gracias por publicar estos artículos, y gracias a Dios por sentirme identificada contigo.
ResponderEliminar