Adoctrinar Vs. Discipular



Hace un par de años tuve la oportunidad de conocer a Sally Clarkson durante un viaje a Dallas con el equipo de Love God GreatlyAma a Dios Grandemente. Para mí fue impactante conocerla porque había leído algunos de sus libros sobre la maternidad y me encanta la forma en la que ella ve nuestro papel como madres.

He estado escuchando algunos podcast de Sally estos días que me han desafiado en mi visión sobre la maternidad. Mis hijos están creciendo, esta semana Nahaira cumplió 8 años y Yennixon 10 y siento que lo que hasta ahora funcionaba, ya no lo hace tanto y que es hora de plantear nuevas estrategias.

Hoy quiero compartirte algunas de mis notas sobre los mensajes de Sally y algunas ideas e inquietudes a partir de esas notas.

La idea general que he sacado de lo que Sally dice es que Dios creó a los padres para guiar a sus hijos de manera que estos se conviertan en los líderes de su generación.

Qué desafío, ¿no?

Criar a nuestros hijos para que sean los futuros líderes de nuestra sociedad, de nuestras iglesias, de nuestros ministerios, aquellos que lleven la batuta y marquen el estándar de lo que significa vivir una vida piadosa de acuerdo a los principios de Dios.

Y la única manera en la que podemos hacer eso es haciendo de nuestros hijos nuestros discípulos, modelando a Cristo, al líder siervo, en nuestros hogares. Como madres, somos llamadas a modelar la vida de Jesús, Su manera de hacer las cosas, Su amor, Su misericordia, Su manera de guiar a los discípulos, para poder llegar al corazón de nuestros hijos.

Los padres cometemos muchas veces el error de adoctrinar a nuestros hijos en lugar de discipularlos.

El adoctrinamiento es decirles a los niños “tienes que creer en esto porque yo lo digo”.  No trae convicción, únicamente presenta reglas sin amor, y es, únicamente, algo de palabra, no de hechos.

Lo contrario del adoctrinamiento es el discipulado, es vivir a Cristo en nuestros hogares, es experimentar el amor y la gracia del líder siervo a través de las mejores comidas, las mejores conversaciones, las más altas cualidades de carácter. Si nosotras no caminamos con Dios ni somos transformadas por Él cada día, entonces nuestros hijos no lo serán tampoco, sin importar cuántos versículos les enseñemos o cuantas normas les hagamos seguir.

Sally habla de dos clases de padres:


1. Los padres contrarios – Aquellos que están siempre buscando cómo corregir cada cosa que sus hijos hacen mal y sacar a la luz cada error y cada fallo. Es una relación que depende del miedo y no permite llegar al corazón del niño. Los hijos empiezan a pensar “Si no voy a agradar a mis padres de ninguna manera, ¿para qué intentarlo siquiera?”




2. Los padres partidarios – Aquellos que pasan tiempo con sus hijos, aman, sirven, instruyen y corrigen en amor modelando la persona de Cristo y Su manera de guiar a los discípulos. De esta manera, nuestros hijos se familiarizarán con vivir a Cristo y con vivir la Palabra de Dios, no solo con aprenderla o memorizarla. Cosas que, por sí solas, no producen cambio en lo profundo del corazón. Solo cuando aplicamos lo aprendido, cuando vivimos lo memorizado, el corazón es transformado y nuestra vida cambiada.


Que nuestro ejemplo para criar a nuestros hijos sea Cristo.

Que nuestra guía para criar a nuestros hijos sea la Palabra de Dios.


Proverbios 4:10-13; 18


Oye, hijo mío, y recibe mis razones,
Y se te multiplicarán años de vida.
Por el camino de la sabiduría te he encaminado,
Y por veredas derechas te he hecho andar.
Cuando anduvieres, no se estrecharán tus pasos,
Y si corrieres, no tropezarás.
Retén el consejo, no lo dejes;
Guárdalo, porque eso es tu vida.
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.


Busquemos maneras para criar a nuestros hijos con principios bíblicos, con valores, con amor y con ganas de dejar una huella en medio de su generación y servir como luminares que extiendan el libro de Dios.

Contenta en Su servicio,


Edurne


Comentarios

  1. Hola! Hay un libro muy interesante y que me ayudó mucho que se llama "Límites para Nuestros Hijos: Cuándo decirles que sí, Cuándo decirles que no, para poder ayudar a sus hijos a controlar su vida", de Henry Cloud. Es psicólogo cristiano y me dio una perspectiva diferente a la hora de transmitir valores y enseñarles a ser responsables. Lo aconsejo. Bendiciones

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