Lecciones en el campo de batalla 2 – El hijo menor
Todas conocemos la
historia de David y Goliat y hemos sacado alguna enseñanza de ella. Pero hay
mucho más que sacar. Tomemos un tiempo para profundizar es la historia y sacar
valiosas lecciones en el campo de batalla.
2 – El hijo menor
1
Samuel 17:12
Y David era hijo de aquel hombre
efrateo de Belén de Judá, cuyo nombre era Isaí, el cual tenía ocho hijos; y en
el tiempo de Saúl este hombre era viejo y de gran edad entre los hombres.
1
Samuel 16:1-12
Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás
a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno
de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he
provisto de rey. Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría.
Jehová respondió: Toma contigo una becerra de la vacada, y di: A ofrecer
sacrificio a Jehová he venido. Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré
lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te dijere.
Hizo, pues, Samuel como le dijo Jehová; y
luego que él llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle con
miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida? El respondió: Sí, vengo a ofrecer
sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando
él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio.
Y aconteció que cuando ellos vinieron, él
vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. Y Jehová
respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura,
porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el
hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
Entonces llamó Isaí a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual
dijo: Tampoco a éste ha escogido Jehová. Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él
dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová.
E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante
de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos. Entonces dijo
Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor,
que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos
sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. Envió, pues, por él, y le hizo
entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo:
Levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió
en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová
vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.
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Samuel tenía el encargo
dado por Dios de ungir al nuevo rey de Israel. Saúl había sido desechado por
Dios a causa de su rebeldía y desobediencia y, en el tiempo debido, un nuevo
rey se erigiría sobre Israel.
Samuel tenía
instrucciones claras de dónde debía buscar al nuevo rey: tenía que ir a Belén y
escoger a uno de los hijos de Isaí
Saúl había sido escogido
como rey debido a la demanda popular y para ue librara a Israel de los
filisteos. Era un hombre con apariencia de rey: la Escritura lo describe como
de hermoso parecer y más alto que la media. Tenía, como se dice coloquialmente,
planta de rey (1 Samuel 9:2).
Cuando Samuel vio a Saúl,
no tuvo problema en reconocerle por su apariencia. De modo que, cuando Dios le
dice que debe ungir a un nuevo rey, es lógico pensar que viera a los hijos de
Isaí y analizara cuál de todos tenía más pinta de rey, cuál era, en apariencia,
el que cumplía los requisitos de cómo debía verse un monarca.
Cuando vio a Eliab, el
hijo mayor de Isaí, probablemente era de buen parecer y estatura porque lo
primero que pensó Samuel fue. “de cierto delante de Jehová está su ungido”.
Pero no. Dios tenía otros
planes.
No había escogido a
Eliab, ni a Abinadan, ni a Samá, ni a ninguno de los siete hijos de Isaí que
ese día pasaron por delante de Samuel. Probablemente todos tenían “apariencia”
de rey, pero mira lo que Dios le dijo al profeta para quitarle esa idea:
1
Samuel 16:7
“No mires a su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón.”
No mires con los ojos. No
veas su apariencia.
No es eso lo que mira
Dios.
Ya habían tenido la mala
experiencia con Saúl: tenía apariencia externa de rey, pero carecía de lo que
necesitaba para ser un hombre conforme al corazón de Dios.
Imagino a Samuel perplejo
cuando preguntó: “¿Son estos todos tus hijos?” ¡No podía ser! Dios no había
elegido a ninguno de ellos, pero de entre los hijos de Isaí debía salir el
nuevo rey.
Isaí respondió: “Queda
aún el menor, que apacienta las ovejas.” (1 Samuel 16:11)
El hijo menor. El
muchacho. El que cuidaba las ovejas. El que nadie se había molestado de invitar
a pasar delante de Samuel porque no tenía apariencia de rey.
Pero tenía corazón.
Y Dios lo sabía.
Dios sabía que David, el
hijo menor, aun sin tener todavía apariencia de rey por ser muy joven, tenía un
corazón conforme al Suyo. Un corazón que le amaba y que se iba a dejar moldear
por el Creador.
1
Samuel 16:11
“Levántate y úngelo, porque éste es.”
¿En qué situación sientes
que no das la talla? ¿Qué hay que no te animas a hacer porque piensas que eres
demasiado joven/demasiado vieja porque crees que no estás preparada o porque, a
tu parecer, no eres la persona indicada? ¿Qué te está frenando? Dios no ve tu
parecer o tus circunstancias. Dios ve tu corazón y quiere usarte a ti. Dios
quiere disposición y obediencia, no perfección.
O, aplicado a otros, ¿hay
alguien a quien estés menospreciando porque no pienses que sea el adecuado para
una tarea? ¿Estás viendo solo la apariencia? Recuerda que Dios lo que ve y lo
que le importa es el corazón.
Aquello que Dios te dé
para hacer, hazlo. Si sabes qué es lo que Dios te está pidiendo que hagas,
hazlo. No pierdas tiempo en analizar si eres la persona indicada o no. Si Él te
ha llamado, es porque Él sabe que puedes.
El hijo menor, el que
nadie esperaba, el que nadie invitó, fue elegido rey.
¡Deleitémonos en un Dios
al que le encanta hacer maravillas con personas normales y corrientes!
Contenta
en Su servicio,
Edurne
Nuevamente , EL Señor me habla; Bendiciones Edurne!!!
ResponderEliminarMuy hermoso.. las palabras que esperaba..
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarSiempre palabra de bendición. Gracias!
ResponderEliminarUna real inspiración el mensaje...Hermoso!
ResponderEliminarMuchas gracias y que Dios te bendiga siempre!
Precioso que nuestro buen Dios sigue usando
ResponderEliminargrandemente.
conocí a esta mujer llamada Mirella Nerida Valcacer , a través de Facebook, empezamos a salir y comenzamos una relación que duro 6 meses , porque la muy creída empezó a sacarme real, me quito cerca de 10.000 $, además de eso se llevó de mi casa objetos de valor. Me sentí frustrado y confundido porque pensé que había amor verdadero entre nosotros. La denuncie por robo, pero no sucedió nada, por eso recurro a estos medios. Esta publicación la hago Ya que no deseo que otras personas caigan en manos de esta señora charlatana y ladrona.
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